En declaraciones a Efe, Gurría reconoció que hay factores cuyo impacto es claramente negativo en los precios y la demanda, como "el debilitamiento del tema de la vivienda, las infraestructuras y que hay un problema con el desempleo, que ya siempre estuvo relativamente alto".

El Índice de Precios de Consumo (IPC) español registró en marzo el primer signo negativo de su historia al situarse en el -0,1% en tasa interanual, a pesar de que en ese mes los precios subieron el 0,2 por ciento en comparación con febrero.

"El hecho de que algunos precios estén bajando no quiere decir que haya deflación", aclaró Gurría.

El secretario general de la OCDE se encuentra en la capital china participando en la Conferencia Internacional Ministerial de la Energía Nuclear, junto a ministros de Energía y representantes de 68 países.

El economista mexicano dijo que 2009 será "un mal año, sin duda", aunque se mostró optimista respecto a la evolución del próximo.

"En 2010 la economía dejará de contraerse y se estabilizará.

Entonces, se podrán plantear las bases de una recuperación", agregó a Efe.

En noviembre, el informe de la OCDE pronosticó para este año un crecimiento negativo del 0,9 por ciento para España, y positivo en un 0,8 por ciento en 2010.

Sin embargo, el pasado 20 de marzo la organización ya alertó de que el crecimiento de España será aún inferior al vaticinado en el informe de noviembre.

A pesar de los augurios, Gurría elogió la evolución española en la última década y recordó que una de las mayores economías del mundo no puede ser inmune a la crisis.

"No hay que rasgarse las vestiduras ni dramatizar: España lleva 15 años creciendo entre un 1 y un 1,5 por ciento más que la media europea, de manera que el nivel de vida en España hoy es absolutamente inusitado e inesperado para la generación anterior.

Ahora, están teniendo los mismos problemas que todo el mundo, los mismos que están sufriendo Inglaterra, Italia, Francia y el resto", expuso.