"Es un tema muy importante para nosotros. Cuando dentro de un mes se decidan los presupuestos habrá algo oficial", indicó la fuente bajo condición de anonimato, consultada sobre unas citas al respecto atribuidas hoy a Steinitz por el diario "Yediot Aharonot".

Según el rotativo, Steinitz calificó el pasado jueves, en un encuentro, de "escándalo" que 100.000 personas estén "tomando ilegalmente trabajos mientras hay israelíes en el paro" y abogó por endurecer las sanciones económicas a quienes empleen a extranjeros indocumentados.

El ministro, del derechista Likud, considera clave "hacer que no salga fiscalmente rentable contratar a un trabajador ilegal", por lo que quiere doblar la cuantía de la multa para los empresarios que contraten sin papeles, que actualmente asciende a 100.000 shekels (18.300 euros o 24.100 dólares).

"Es un delito económico. No se trata simplemente de deportar a los trabajadores. También debemos dañar a los empleadores, combatirlos, buscarlos, publicar sus nombres, llevarlos ante la Justicia... u00A1y hacerlo este año!",. agregó.

Steinitz considera "inconcebible" que 100.000 de los 400.000 obreros foráneos estén en situación ilegal mientras el desempleo en el país supera las 200.000 personas.

En Israel hay unos 70.000 u 80.000 trabajadores ilegales palestinos y más de 300.000 de diversas nacionalidades, como rumanos o tailandeses, precisó la fuente de Finanzas.

En cooperación con la Autoridad de Inmigración, el Ministerio de Finanzas se ha marcado como metas para 2009 reducir en decenas de miles los trabajadores ilegales en Israel y recibir asistencia legal del Ministerio de Justicia para garantizar las deportaciones, entre otras medidas.

El responsable de la Autoridad de Inmigración, Yaakov Ganot, cree que el presente año va a marcar un "punto de inflexión", gracias a los "numerosos nuevos recursos" aportados por Finanzas para combatir las contrataciones de sin papeles.

"Nuestro objetivo es asegurarnos que los parados en Israel sean capaces de encontrar empleo respetable y que la opinión pública israelí entienda que los trabajadores ilegales no deben ser empleados", explica Ganot.