La captura de poliquetos, o gusanos marinos usados como cebo, ha comenzado a ser contemplada en el litoral gallego como una actividad económica de interés creciente y está sometida al control de las autoridades pesqueras gallegas, que como en cualquier otro recurso nmarisquero, establece para estas especies unas normas de captura que garanticen la sostenibilidad del recurso al fijar días y topes máximos de extracción, además de reservar la actividad regulada a profesionales del marisqueo autorizados, que encuentran en esta recolecció, tanto a pie c omo por buceo, una fuente complementaria de ingresos económicos.

Así, hace escasas semanas, la Consellería de Pesca publicaba los planes por los que se regula la extracción de este recurso en todo el litoral gallego para garantizar su buena gestión. En concreto, la Administración pesquera gallega autorizaba 19 planes de explotación, presentados por diferentes entidades pesqueras de toda la comunidad. De ellos, once corresponden a la costa coruñesa, siete a la de Pontevedra y una a la de Lugo.

Cuatro especies

En total, son cuatro las especies reguladas por estos planes de explotación: la miñoca vermella (Hediste diversicolor), miñoca de tubo o casulo (Diopatra neapolitana neapolitana), engado vermello (Lumbrineris impatiens) y la miñoca de area (Arenicola marina).

Se estima que en Galicia operan unas 400 personas dedicadas a la extracción de estos gusanos. Según las condiciones de cada plan de explotación, los días de trabajo autorizadas para este año varían desde un mínimo de 18 hasta un máximo de 160, en función de las solicitudes de cada entidad profesional.

Este atracativo económico lleva también a buen número de personas a la extracción ilegal de tales especies.

Según datos del portal de la pesca gallega www. pescadegalicia.com, el negocio legal de las miñocas reportó el pasado año en Galicia 40.899 euros, al comercializarse en las 14 lonjas gallegas que albergan este singular comercio un total de 1.957 kilos a un precio medio que osciló entre los 13,80 euros por kilogramo que alcanzó la miñoca de area a los 65,85 a que, como media, se cotizó el gavilán.

Estas cifras mejoran claramente los globales del año anterior, cuando se vendieron en las lonjas gallegas 1.310 kilos de miñocas por importe de 33.334 euos. Y, en relación con 2006, la diferencia es mucho más notable: en aquel año, las ventas ascendieron a 218 kilos, por valor de poco más de 10.000 euros.