Las subvenciones directas a la compra de automóviles han tenido un importante éxito en países como Francia o Alemania. En España, la primera comunidad en introducir ayudas ha sido la comunidad Foral de Navarra que ofrece ayudas directas a las adquisiciones de 2.200 euros por vehículo. Con esta política ha conseguido duplicar en un mes el número de matriculaciones en relación al anterior. Extremadura no se ha quedado atrás y ofrece hasta 3.000 euros a quienes matriculen un coche híbrido. Otras tres comunidades -Madrid, Aragón y Castilla y León- preparan medidas similares.

Por el momento, Galicia carece de ayudas directas. Los fabricantes de automóviles, concesionarios y consumidores se preguntan cuál va a ser la posición del Gobierno que lidera Alberto Núñez Feijóo al respecto. Durante la campaña electoral, el candidato popular aseguró en Vigo -y no fue esta su única manifestación al respecto- que iba a hacer “un plan anticrisis del sector del automóvil para los próximos cinco años, incentivando la compra de vehículos y los costes de producción”.

Feijóo puso sobre al mesa actuaciones concretas: “la supresión del tributo de matriculación, por lo menos durante dos años; el apoyo y subvención de 1.000 euros por cada coche que se compre, tanto industrial como turismo, y de 500 si es de segunda mano; y la exención de una parte importante de las cuotas de la seguridad social a las empresas a fabricantes, industrias auxiliares y concesionarios”.

Sin embargo, hoy por hoy, estas propuestas están en el aire. Fuentes del Partido Popular de Galicia (PPdG) reconocieron ayer que era necesario conocer antes las finanzas de las arcas de la comunidad. “Los informes sobre el estado de cuentas que nos ha facilitado la Xunta saliente están incompletos y poco detallados. Hasta que tengamos más información sobre los fondos disponibles es difícil saber cuáles y en qué cuantía se podrán conceder ayudas”, señalaron las mismas fuentes.

Los portavoces del PPdG matizan así las propuestas que realizó Feijóo durante la campaña electoral. “Estamos condicionados por el estado de las finanzas de la comunidad, cuando conozcamos exactamente los números podremos hablar de las ayudas directas, por el momento es muy precipitado”, aseguraron.

El próximo presidente de la Xunta también declaró que había llegado el momento “para proponer y devolver la confianza y la estabilidad, en primer lugar, a los consumidores para que compren coches y, en segundo lugar, a los miles de empleados que trabajan de forma directa o indirecta para el sector”.

Feijóo aseguró que estas medidas habían sido presentadas por su partido al presidente Touriño “pero que este las rechazó negando que el sector atravesase una crisis y que en lugar de acometer ayudas directas, se escudó manipulando y maquillando las listas de parados del sector de la automoción con cursos de formación”.

Un éxito en varios países europeos y en Navarra

Las ayudas directas a la compra han dado el resultado esperado. Los gobiernos de varios países europeos, como Alemania, Italia, Francia y Portugal, entre otros, conceden ayudas que oscilan entre los 1.000 euros que se ofrecen a los ciudadanos franceses o los 2.500 a los alemanes.

En el caso alemán, las ventas han repuntado en marzo un 40%, hasta las 401.000 unidades, lo que ha repercutido en un mayor número de pedidos a las plantas automovilísticas españolas, entre ellas la viguesa del grupo PSA Peugeot Citroën.

Algo similar ocurrió en Francia donde los incentivos a la compra de automóviles pusieron fin a cinco meses de caídas con un alza del 8,1% el pasado mes. En Italia se evitó una nueva bajada con una subida del 0,2%, con lo que se frenó catorce meses de descensos.

La Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor (Ganvam) ya ha solicitado a todas las comunidades autónomas que se sigan el ejemplo de Navarra y de los países europeos que han establecido medidas similares en apoyo a las adquisiciones de vehículos.