Estos datos pueden considerarse "razonablemente positivos" en la actual coyuntura de crisis económica y llevan al sector a un "optimismo moderado", indicó hoy el presidente de la patronal, Juan Molas.

No obstante, recalcó que, para llegar a estos niveles de ocupación, los hoteleros están realizando ofertas de entre un 12% y un 15% de descuento en los establecimientos urbanos y de entre un 5% y un 8%, en los vacacionales.

Dichas estimaciones pueden aún modificarse ligeramente al alza con las reservas de última hora, tendencia que se está acentuando cada vez más y se ha visto claramente con la evolución de las ventas de Semana Santa.

A primeros de marzo, éstas alcanzaban tan sólo un 30% de la oferta hotelera en España y, en sólo 11 días, entre el 20 y el 31 del mismo mes, se incrementaron cerca del 50%, lo que apunta a que aún pueden producirse más ventas en las jornadas inmediatamente previas al comienzo de las vacaciones.

Asimismo, Molas precisó que el comportamiento de las principales ciudades y zonas turísticas de Andalucía, Levante, el interior de Castilla y León y Extremadura, además del Pirineo y Sierra Nevada, podría superar el 75%.

Sin embargo, en otras regiones como Canarias, Baleares y el norte de España apenas se ocupará el 70% de las plazas ofertadas.

Por comunidades autónomas, Andalucía es la clara ganadora con una ocupación media de entre un 80% y un 90%, destacando los hoteles de Sierra Nevada y Granada, que estarán completos casi en su totalidad con un 95% de sus plazas vendidas; Sevilla y Córdoba, con un 85% cada una, y Cádiz, con un 80%, mientras que la Costa del Sol, no superará la media nacional.

Entre los destinos que se sitúan por debajo de la media nacional destaca Baleares, donde se ocupará un 65% de las plazas ofertadas, con sólo un 60% de la planta hotelera disponible en estas vacaciones de Semana Santa.

Canarias, con una ocupación cercana a un 70%, está 10 puntos porcentuales por debajo del año anterior, al igual que Barcelona, con un 75%.

Por su parte, Madrid, con una ocupación del 67%, baja aún más, hasta 13 puntos porcentuales respecto a los años 2007 y 2008, que, no obstante, fueron excepcionales para la capital española en lo que al sector hotelero se refiere.