El aumento de la cotización de los pescados en época navideña ha dejado de ser una tradición. La crisis también ha llegado a la misma lonja de O Berbés. Ante la escasa demanda muchas especies no superan el precio de retirada. Esto es, por debajo de una determinada cantidad se aparta de la lonja y se lleva a las fábricas de harina como establece el mecanismo de precios de la UE.

En lo que va de mes, el puerto vigués de O Berbés se ha retirado un total de 80 toneladas, la mitad de la cantidad total media de todo un año.

Las especies más afectas fueron la merluza, rapante, raya y congrio, pero también se destinaron a harina abadejo, faneca, jurel, bacaladilla, rubio, castañeta, caballa, maruca, rape, sardina y cigala.

Así, el precio de retirada de la merluza a partir de 2,5 kilos se paga a 3,27 euros por pieza; el gallo de más de 450 gramos a 1,73 euros por pieza, el congrio de más de 25 kilos a 2,05 y la raya de más de 5 kilos a un euro.

Este mecanismo de defensa de los precios está establecido por la Unión Europea y es considerado por los armadores "como una buena herramienta para la estabilidad del mercado".

El pescado que se retira es marcado con unas tintas para evitar que vuelva a los circuitos de venta al público y que los inspectores sanitarios detecten cualquier fraude por la venta de las diferentes especies.

La UE admite una retirada máxima del 4% de las descargas. En los últimos años ese porcentaje se situó en el 0,4%. Es decir, diez veces por debajo del límite establecido. Sin embargo en este mes, las retiradas se encuentran ya en el 6% del total de pesca desembarcada.

Otra opción que se plantea para restablecer los precios de rendimiento es el de congelar el pescado, pero no todas las especies pueden pasar por ese proceso.

Los armadores culpan de esta situación a la escasa demanda de los consumidores de pescado fresco debido a la crisis que consideran generalizada. "Incluso se prescinde de algunos alimentos", indican.

Ni siquiera la campaña de Navidad ha contribuido a levantar los precios del pescado para desesperación de los armadores del puerto de Vigo. "Estamos a las puertas de los 24 y 25 de diciembre, fechas especialmente buenas para la venta de algunas especies, pero este año el pescado no tiene salida, la gente no compra", afirman.