L. PIÑERO  Vigo

La falta de industria auxiliar del naval en Gijón está castigando al astillero Juliana propiedad, al cien por cien desde hace dos años y medio, de Factorías Vulcano. Esta situación ha provocado la decisión de finalizar en Vigo la construcción de los tres buques sísmicos que se estaban construyendo en Gijón.

Los trabajadores de la factoría gijonesa decidieron en asamblea no oponerse, en principio, a la salida de los buques, al considerar que ello facilitaría la venta de las instalaciones a otros empresarios del sector. Concretamente, los propietarios de los astilleros Armón y Gondán estarían dispuestos ha hacerse con las instalaciones de la antigua SEPI, adquiridas por la sociedad que preside Fernando Santodomingo por 2,09 millones de euros cuando la empresa pública las puso a la venta.

Durante los últimos meses Santodomingo negoció con Construcciones Navales del Norte (La Naval de Sestao) para que se hiciera cargo del astillero, pero las negociaciones terminaron sin acuerdo.

Los constructores navales asturianos estarían dispuestos ha hacerse con el astillero siempre y cuando Vulcano dejase saneado el astillero gijonés.

Según los sindicatos de Juliana, los retrasos en la entrega de los buques sísmicos acumulan una deuda de 30 millones de euros, que sería asumida por la casa matriz en el caso que se hiciese cargo de la finalización de la obra de armamento.

Ante la difícil situación de Juliana, debida a la falta de una industria auxiliar competente en Gijón, Pymar (Sociedad de Pequeños y Medianos Astilleros en Reconversión), sería otra opción para mantener las instalaciones mientras no apareciese otro comprador. Los buques que saldrán para Vigo son los sísmicos "Blue Arrow" y "Blue Sabre". El tercero, que se encuentra en grada, partirá cuando esté en disposición de flotar.

Traslado de 20 trabajadores a Vigo

Hace un par de días, el comité de Juliana rechazó la propuesta de la dirección de Vulcano de trasladar a Vigo, a partir del primeros de año, de más de 20 trabajadores del astillero gijonés por falta de trabajo en el mismo.

Mientras que Factorías Vulcano se encuentra en plena actividad, el astillero Juliana cerró sus puertas el pasado día 20 y no las volverá a abrir hasta el 7 de enero, por el parón de la actividad. Esto también ha provocado que los trabajadores de algunas empresas auxiliares de la factoría regulasen a parte de sus plantillas.

Con estas medidas el presidente de Vulcano quiere garantizar la actividad de la factoría de Teis, pero también acortar los plazos de entrega de los tres sísmicos para evitar nuevas penalizaciones por incumplimiento de contrato, en lo que se refiere a la finalización de la obra.