El fuerte retroceso de los precios vino marcado por el desplome del 17% del índice de precios de la energía, que en el último año acumula una caída del 13,3%, mientras que los precios de los alimentos aumentaron dos décimas respecto a octubre y suben un 6% interanual.

Por otro lado, el IPC subyacente, que excluye la volatilidad de precios de energía y alimentos, se mantuvo estable en noviembre y acumula una subida del 2% en los últimos doce meses.