El Congreso de los Diputados aprobó hoy los dos reales decretos por los que se crean el Fondo Estatal de Inversión Local y el Fondo del Estado para la dinamización de la economía y el empleo, dotados con un total de 11.000 millones de euros.

Los reales decretos fueron aprobados con los 175 votos a favor de PSOE, CiU, PNV, IU-ICV, BNG, CC y NA BAI, y a pesar de las 141 abstenciones de los diputados del PP y de ERC, y del voto en contra de UPyD.

En su intervención, el vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, recordó que los 3.000 millones del Fondo Especial del Estado y los 8.000 del Fondo de Inversión Municipal servirán para invertir en sectores económicos estratégicos y en obra pública municipal.

Solbes mencionó el carácter urgente y excepcional de estas medidas y destacó el "importante esfuerzo" que supone para las administraciones locales y el Estado, que es "una evidencia del compromiso que tienen con los ciudadanos". Recordó que los reales decretos son un procedimiento de urgencia que permiten acelerar la financiación y el inicio de los proyectos, con el objetivo de que todas las inversiones se inicien en el primer trimestre de 2009.

El titular de Economía recordó que el principal objetivo de estas nuevas medidas es la creación de empleo y que deberían servir para generar cerca de 300.000 puestos de trabajo.

Así, dijo, los ayuntamientos tendrán que presentar documentos que garanticen que los proyectos que se van a llevar a cabo son para crear empleo especificando los puestos nuevos a ocupar y con la condición de que el nuevo personal se encuentre en desempleo.

Aseguró que la Administración del Estado llevará a cabo un riguroso sistema de control y que la falta de justificación del destino de los recursos y la no remisión de la información necesaria por parte de los ayuntamientos conllevará la obligación de devolver la cantidad recibida del Fondo.

En cuanto a los 3.000 millones del Fondo Especial del Estado, Solbes recordó que servirán para poner en marcha proyectos con alto impacto en la creación de empleo y que incidan en sectores estratégicos como el del automóvil, medioambiente o I+D+i.

El portavoz económico del grupo popular, Cristóbal Montoro, basó la abstención de su grupo en que, a su juicio, con estas medidas se generan "compromisos de gasto para que los paguen las generaciones futuras", señaló que el Gobierno "no es ni Papa Noel ni los Reyes Magos", y le pidió que explique "de dónde viene el dinero", y quién va a pagar la deuda publica. Además, consideró "imposible" que la Administración supervise el aluvión de proyectos de inversión de los ayuntamientos.

Joan Ridao explicó que la abstención de ERC se debe a que "estos fondos no son más que la excusa para dilatar la reforma de financiación autonómica", y consideró que el Gobierno ha optado por lo fácil, "dar un nuevo paño caliente".

La diputada de UPyD Rosa Díez se opuso a los dos decretos y acusó al Gobierno de "imponer el estado de excepción" a la hora de gobernar el país huyendo del control parlamentario.

Josep Sánchez Llibre, de CiU -que junto con el resto de grupos del Congreso apoyaron los dos reales decretos-, destacó la necesidad de que el Gobierno se comprometa a que sean ágiles y no se retrasen ni las solicitudes de los ayuntamientos ni los pagos de los proyectos a las empresas contratadas.

El diputado del grupo vasco Pedro Azpiazu aseguró que el PNV confía en aplicar "sin demoras" políticas fiscales expansivas de gasto público y que lo importante hoy es "salir del bache y ya nos preocuparemos de cómo pagar la factura".