Durante la semana, la industria del motor de EEUU fue la estrella de las noticias financieras de todo el mundo a causa de su petición al gobierno de ser rescatada.

Aunque su estado sea menos extremo, los grandes fabricantes japoneses también están sufriendo a causa de una severa disminución de sus ventas tanto en el mercado nacional como en el extranjero, una caída que afectó esta semana al Nikkei.

El principal índice de la bolsa japonesa, la más grande del continente, perdió el viernes el nivel de los 8.000 puntos y siguió la estela de toda la región.

El índice Morgan Stanley Asia Pacífico cayó un 3,8 por ciento entre el lunes y el viernes hasta los 79,52, una caída que lo ha llevado a perder la mitad de su valor desde comienzos de 2008, sobre todo a causa del colapso del sector financiero global.

Después de perder más de un 6 por ciento el martes, el Nikkei se movió durante toda la semana por encima y por debajo de los 8.000 puntos, para finalmente terminar la semana en los 7.917 enteros.

La semana concluyó con el anuncio del fabricante de automóviles Honda de que desea vender su escudería de Fórmula 1 a causa de la crisis económica, una información que contribuyó a que la cotización de esta firma cayera un 21 por ciento.

La mayor empresa del motor de Japón, Toyota, también se vio afectada por la crisis que se está extendiendo en la industria mundial del automóvil y se dejó esta semana el 12 por ciento de su valor.

Al igual que la plaza de Tokio, el Hang Seng hongkonés también sufrió un duro varapalo el martes, pero a diferencia del parqué nipón el índice de la ex colonia británica fue recuperando terreno poco a poco durante el resto de la semana.

Finalmente el Hang Seng cerró el viernes ligeramente por encima del nivel con que abrió el lunes, en los 13.815 enteros.

El principal índice de la bolsa surcoreana, el Kospi, mantuvo a duras penas el nivel de los 1.000 puntos que perdió el martes, perjudicado por los males económicos que afectan a la economía nacional y, sobre todo, por la masiva pérdida de valor de la moneda local, el won, contra el dólar.

La tendencia de Tokio, Seúl y Hong Kong no fue seguida por el mercado de valores chino, en Shanghai.

El índice SSE Composite no se dejó afectar por el bajón generalizado del martes y mantuvo una semana de subidas continuadas hasta dejar el listón el viernes por encima de los 2.000 puntos.

De este modo el parqué shanghainés recuperó la barrera de seguridad que los analistas sitúan en los 2.000 enteros.

Por su parte, la mayoría de los mercados bursátiles del sudeste de Asia terminaron la semana con pérdidas tras los descensos en los mercados neoyorquinos, aunque datos económicos locales favorables contribuyeron a frenar los descensos.

Aunque no todo fueron datos negativos, ya que en Singapur, por ejemplo, el interés selectivo y por títulos a bajos precios mantuvo el viernes con signo positivo al índice Straits Times, que avanzó 15,49 unidades para situarse a 1.659,17 enteros.