Más de ochenta trabajadores del centro especial de empleo Garevol, cuya plantilla está constituida en su mayoría por personas con alguna discapacidad física, se encerraron ayer en el interior de la fábrica en Mos para exigir el pago de los salarios correspondientes al mes de noviembre y para que "se aclare" el futuro de esta compañía.

Se trata de una auxiliar de Dalphimetal España (participa en el capital) que se dedica al forrado y precosido de volantes para el automóvil, en concreto para marcas como Volvo, Renault, Ford y Citroën. Dalphimetal suministra la materia prima, y Garevol completa el proceso.

El presidente del comité de empresa, Javier Correa, denunció que los dos grandes accionistas de Garevol, Fundosa (división empresarial de la ONCE) y COGAMI (la Confederación Gallega de Minusválidos), no han dado explicaciones a la plantilla, que tomó esta decisión de encerrarse coincidiendo con el Día Internacional de las Personas con Discapacidad y amenaza con mantener la acción hasta que se solucione su situación .

Correa aseguró que los retrasos en el cobro de salarios vienen produciéndose desde el pasado verano, pero que esta vez fuentes de la empresa transmitieron que no había fondos suficientes. "Estamos a día 3 y dicen que no hay dinero, pero los trabajadores tienen familia y gastos. De aquí no nos movemos hasta que nos digan qué va a pasar con la empresa", advirtió. La plantilla teme también que no se le vaya a pagar el mes de diciembre ni la extra.

Una de las trabajadoras concentradas ayer en Mos aseguró que la empresa está "jugando psicológicamente" con los trabajadores. "Ayer nos decían que sí había dinero; hoy que no lo hay. Mañana nos dirán otra vez que sí. Pero esto no es por la crisis, ya viene de atrás", relató esta empleada, quien denunció que los trabajadores perciben sueldos de "poco más de seiscientos euros" y sin embargo trabajan de seis de la mañana a dos de la tarde. "Esto es inaguantable. Tenemos hijos que mantener, letras que pagar?", apuntó.

Asamblea

José Carlos Casal, secretario de la sección de Química de UGT, criticó ayer que tanto Fundosa como la Xunta no diesen explicaciones sobre la situación que atraviesa Garevol, y explicó que la decisión de encerrarse se tomó en una asamblea de trabajadores a las dos de la tarde. "No se moverán hasta que no se les diga cuál será su futuro", aseguró.

Garevol se constituyó en 1997 por iniciativa de COGAMI y la fundación de personas sordas, y en 1998 se incorporaron a su capital Fundosa (de la ONCE) y el cliente Dalphimetal España. La mayor parte del personal contratado tiene discapacidades físicas que en algunos casos llegan al 70%.