Con esta medida, que empezará a aplicarse el 1 de julio de 2009, los ciudadanos comunitarios que viajen a otros países de la UE pagarán un máximo de 11 céntimos de euro por SMS, frente a la media comunitaria actual de 29 céntimos. En el caso de España, el precio medio en estos momentos es todavía más elevado, de 40 céntimos.

España anunció que se abstenía y también República Checa expresó su rechazo a la norma, aunque no hubo una votación formal. El secretario de Estado de Telecomunicaciones, Francisco Ros, señaló que España está de acuerdo con el principio de lograr mejores precios y más calidad para los usuarios pero rechaza el método escogido para lograrlo, la intervención directa sobre los precios minoristas. "Resulta inaudito el atrevimiento de intervención en precios minoristas", dijo.

Por lo que se refiere a la transmisión de datos y el uso de Internet en itinerancia, los ministros aprobaron imponer un tope de 1 euro por mega a las tarifas mayoristas (las que se cargan entre sí las operadoras). Pero además, y a petición de los Estados miembros, la norma obligará a las operadoras a avisar a los consumidores cuando su consumo supere los 50 euros, de manera que éstos puedan decidir si siguen con la conexión o la interrumpen, según las fuentes consultadas. El objetivo de esta salvaguarda es evitar facturas excesivas.

La norma prorrogará además tres años los topes que ya se aplican al precio de las llamadas de voz en el extranjero, que en principio tendrían que expirar en 2010. Los límites bajarán 3 céntimos cada año, de manera que en julio de 2012 la tarifa máxima para las llamadas realizadas en itinerancia caerá hasta 34 céntimos por minuto y para las recibidas hasta 10 céntimos (frente a 46 céntimos y 20 céntimos en la actualidad, respectivamente).

Además, Bruselas obligará a las compañías telefónicas a facturar por segundos y no por minutos todas las llamadas en itinerancia, tanto las realizadas como las recibidas, a partir del segundo 31. Hoy en día, los usuarios pagan un 24% más de los minutos utilizados al hacer llamadas y un 19% más en el caso de las llamadas recibidas.

SUBIDAS DE PRECIOS EN OTROS SERVICIOS

El secretario de Estado de Telecomunicaciones alertó de que los precios de los diferentes servicios de un operador "son vasos comunicantes" y por ello "las bajadas de unos pueden provocar subidas en otros". "La intención de beneficiar a unos usuarios puede generar perjuicios para otros", señaló. Insistió además en que los países de la UE no son homogéneos ni en orografía ni en densidad de población, por lo que los costes de las redes son diferentes.

Además, explicó que países como España, que reciben importantes flujos turísticos durante los meses del verano, deben sobredimensionar su red para mantener la calidad del servicio. Lo que consigue la norma, según Ros, es "garantizar los márgenes de los servicios minoristas de 'roaming' de los operadores que comercializan sus servicios sobre las redes de otros, las de los países visitados por sus clientes". Al mismo tiempo, se rebajan los precios mayoristas que perciben los operadores que deben invertir en estas redes.

El secretario de Estado de Telecomunicaciones subrayó que el precio máximo autorizado para un SMS en itinerancia (11 céntimos) estará por debajo del precio medio comunitario de los mensajes de texto nacionales (12,75 céntimos). Ello "va a forzar a muchos operadores a modificar sus tarifas nacionales", pese a que en este mercado la competencia funciona correctamente.

Ros arremetió también contra la regulación del 'roaming' en la transmisión de datos al considerar que no tiene justificación porque se trata de un servicio emergente "con notable dinamismo en la evolución de los precios". Y dijo que el precio mayorista de un euro por mega es "más del estilo de las promociones de los supermercados, tan diferentes del negocio de las telecomunicaciones".