El grupo automovilístico francés PSA Peugeot Citroën, que tiene su principal planta de producción en Vigo, sorprendió ayer al anunciar que va a suprimir 3.550 empleos en todo el mundo, con carácter voluntario, argumentando que la recesión que está causando el hundimiento de las ventas en Europa va a continuar. La firma de los chevrones aplicará este plan, principalmente, en las factorías francesas.

PSA Peugeot Citroën convocó una reunión extraordinaria del comité de empresa el próximo 2 de diciembre para tratar de este recorte de plantilla, que se desglosa en 2.700 empleos de estructura y 850 de la factoría de Rennes, especializada en vehículos de gama alta, que son los que más sufren con la caída de las ventas.

Esta reestructuración sobre una plantilla de unas 114.000 personas en Francia, que PSA denomina "Redespliegue de Empleos y de Competencias", concierne a obreros profesionales, empleados, técnicos, agentes y directivos, precisó la empresa en un comunicado, en el que hace hincapié en que la disminución de efectivos se hará sin despidos y sin prejubilaciones. "Estas medidas se aplicarán únicamente al personal voluntario. El proyecto será sometido al Comité Central de Empresa y con el se prevé acelerar la salida del personal excedente", explica la multinacional gala.

En todos los centros

"Si finalidad es una reducción de la plantilla en todos los centros y en todas las direcciones del grupo y afectará a 3.550 empleos estructurales (obreros profesionales, técnicos, mandos medios y directivos", afirma la multinacional que preside Christian Streiff.

La compañía señaló que su plan "Cap 2010" que había presentado en 2007 pretendía un crecimiento de su actividad en los próximos años, "pero la crisis financiera e industrial que afecta al conjunto de la economía ha supuesto una reducción violenta de volúmenes de venta del grupo en los principales mercados europeos".

De ahí este nuevo ajuste en todas las plantas y en todas las direcciones en Francia, que se suma a las medidas que ya había puesto en marcha, que se habían traducido en reducción de costos, disminución de las capacidades de las fábricas, muchas de las cuales están o van a estar en paro parcial.

La compañía francesa, que recordó que la crisis acarrea un descenso de las ventas en los principales mercados europeos del orden del 17% en el cuarto trimestre, aseguró que "esta recesión va a continuar en 2009", y avanzó que el retroceso será "de al menos el 10%".

El director de recursos humanos, Jean-Luc Vergne, insistió en que en este contexto "lo peor sería no hacer nada" porque eso podría poner en riesgo la empresa y sus 200.000 empleos.

"En 2007 demostramos que sabíamos resolver nuestros problemas de adecuación de efectivos sin conflictos, sin dramas humanos, conforme a nuestro compromiso de no dejar a nadie frente a su problema de empleo", comentó Vergne, antes de añadir que "sabremos arreglar en este mismo espíritu nuestras dificultades actuales y saldremos de la crisis reforzados y más competitivos".

Sobre Rennes, que actualmente tiene una plantilla de unas 8.200 personas con contratos fijos, PSA dijo que hay un "excedente" de unos 900 obreros a los que se va a proponer su transferencia a las factorías también francesas de Sochaux, Mulhouse, Aulnay, Poissy, entre otras.

Además se suprimirán 850 puestos de las mismas instalaciones de Rennes, cuyo futuro -según PSA, "no está en absoluto en cuestión", sino que junto al nuevo Citroën C5 que se ha lanzado comercialmente este año, tendrá un nuevo vehículo previsto para finales de 2010.