El consorcio automovilístico francés PSA Peugeot-Citroën tiene previsto reducir su plantilla a nivel mundial en 3.550 trabajadores de todas sus plantas en el mundo y de todas las categorías profesionales. La compañía asegura que estos recortes de empleo se realizarán a través de salidas voluntarias. La compañía asegura que la reducción de plantilla "no es un placer", aunque apuntó que estas medidas se han tomado para asegurar la continuidad de la empresa y de sus más de 200.000 trabajadores. Hoy tambien se ha conocido que General Motors y Toyota han decidido paralizar la producción en sus plantas tailandesas por la caída de ventas.

El plan de negocios de PSA Peugeot-Citroen preveía un crecimiento de su actividad en los próximos años, "pero la crisis financiera e industrial que afecta al conjunto de la economía ha supuesto una reducción violenta de volúmenes de venta del grupo en los principales mercados europeos". La compañía espera que la caída de ventas se extienda al cuarto trimestre en los principales mercados de Europa y que se mantenga durante el próximo año. El grupo galo presentará esta propuesta al comité de empresa de la compañía el próximo 2 de diciembre e informará de que las salidas de los trabajadores deberán realizarse durante los próximos meses y años. La corporación resaltó que estas medidas de recorte de empleo son únicamente voluntarias.

PSA explicó que esta iniciativa se ha producido con motivo de la crisis financiera e industrial que está registrando en la actualidad y que ha derivado en importante caída de las ventas de coches, en especial durante el tercer trimestre del año y que se extenderá al cuarto trimestre en los principales mercados de Europa.

Reducción de plantilla voluntaria

El consorcio que preside Christian Streiff señaló que estas acciones de reducción de plantilla se llevarán a cabo de manera voluntaria para los trabajadores y sin poner en marcha despidos ni otro tipo de medidas traumáticas.

La compañía asegura que se está produciendo un cambio en el tipo de vehículos que demandan los clientes, hacia automóviles de segmentos más pequeños y más eficientes, lo que ha afectado especialmente a la planta de Rennes. Por ello, unos 900 trabajadores se tendrán que reconvertir a la producción de vehículos de segmentos inferiores, en las plantas galas de Sochaux, Mulhouse, Aulnay o Poissy.

Asimismo, esta reducción de la demanda de los coches que se fabrican en la planta de Rennes ha provocado que la compañía tenga que recortar 850 puestos administrativos, de supervisión y directivos. La compañía señaló que el futuro de la planta de Rennes está asegurado, ya que fabrica el modelo C5, que fue lanzado en 2008, y porque recibirá un nuevo modelo a finales de 2010. El director de Recursos Humanos de PSA, Jean-Luc Vergne, señaló que la reducción de la plantilla "no es un placer", aunque apuntó que estas medidas se han tomado para asegurar la continuidad de la empresa y de sus más de 200.000 trabajadores.

Más paros

Hoy tambien se ha conocido que el consorcio automovilístico estadounidense General Motors paralizará durante dos meses la actividad productiva en su planta de Tailandia, con el fin de reducir costes y de amoldar sus niveles de fabricación a la caída de las ventas. Toyota, por su parte, prevé reducir su producción en su factoría de Gateway, también en Tailandia.

La planta tailandesa de General Motors en Rayong tiene una capacidad de producción de 130.000 unidades al año y parará su actividad durante dos meses a partir de mediados del próximo mes de diciembre, lo que supondrá el recorte de 258 empleos en esta instalación. Esta factoría produce todoterrenos, 'pick-ups', berlinas y coches compactos para su comercialización en el mercado tailandés y en otros países del Sureste asiático y en Australia.

Por otro lado, el fabricante japonés Toyota también parará la producción en su instalación tailandesa de Gateway, que tiene una capacidad de fabricación de 200.000 coches al año. La planta de Gateway de Toyota se encarga de la fabricación de los modelos Camry, Corolla y Yaris para su venta en el mercado tailandés y en el resto de países de la zona. Esta medida se orienta a amoldar sus niveles de producción en el país a la reducción de las ventas.

La compañía japonesa registró una disminución de sus matriculaciones en el mercado tailandés del 21% durante el mes pasado, por lo que ha decidido reducir su actividad productiva. Esta medida repercutirá sobre el empleo, ya que la empresa prevé recortar 340 puestos de trabajo en esta instalación, que tiene una plantilla total de 1.850 trabajadores.