Brufau no precisó la cifra final de Ebitda del grupo para el final de año, pese a que, si se cumple la estimación realizada a propósito de Iberoamérica, esta partida se situaría en torno a los 7.700 millones. Pese a ello, aclaró que el resultado de 2008 aún no puede adelantarse y que el cálculo del 65% es sólo orientativo.

Junto a esto, el presidente de la petrolera se mostró "muy preocupado" por el intervencionismo de algunos Estados en Iberoamérica. Al igual que Colombia, Argentina, Brasil y México han adoptado medidas en la línea contraria, "otros países", dijo sin citarlos, han recurrido a esta fórmula.

Por otro lado, advirtió de que la actual crisis económica podría afectar especialmente a la producción de crudo y con ello a las inversiones. "La crisis va a reducir más la oferta que la demanda, porque los proyectos tienen cada vez costes más altos" y las compañías se deben plantear "si estas inversiones van a ser sostenibles a largo plazo", indicó el directivo.

La inversión de Repsol en Iberoamérica alcanza en los últimos diez años los 35.000 millones de euros, más del 60% de todo el esfuerzo en esta materia realizado en el mismo periodo por la compañía en todo el mundo. El 90% de las reservas de petróleo y gas de la compañía se ubica en la región, así como el 95% de su producción.

El presidente de la compañía se mostró "optimista" con la posición de su compañía en Iberoamérica, a pesar de que el sector petrolero sigue padeciendo algunos "claroscuros". La crisis crediticia "va a impactar" también a esta región, advirtió.

FACTORES DE PREOCUPACIÓN.

Al margen del intervencionismo, existen en su opinión varios factores de preocupación para Iberoamérica relacionados con la actual coyuntura, entre ellos los referidos a los precios de las materias primas, la aversión al riesgo y la volatilidad de las divisas. Este último factor podría generar "tensión económica" en algunos países de la región, dijo.

Sobre el primer factor, Brufau recordó que la Agencia Internacional de la Energía (AIE) apeló recientemente a la conveniencia de que el barril de crudo ronde los 100 dólares, y se mostró "de acuerdo" con este argumento.

En cuanto al aumento del riesgo en la zona, advirtió de que puede dañar "el crecimiento y la inversión" en Iberoamérica. "No es tanto un problema de riesgo en Iberoamérica como de falta de liquidez en los países avanzados", señaló.

"La volatilidad de las divisas es lo que más preocupa, porque puede poner en falta de competitividad a algunos países", advirtió en alusión al tercer factor de incertidumbre en la región. En suma, Brufau constató que existen "algunas nubes" en la zona, e insistió en que la incertidumbre también genera problemas sociales y afecta a la lucha contra la pobreza.