Cien días después de la puesta en marcha del Plan VIVE (Vehículo Innovador-Vehículo Ecológico), el Gobierno aprueba una reforma del mismo, que aumentará a 30.000 euros el límite de la financiación de un vehículo e incluirá entre los beneficiarios a los de transporte de mercancías y los de segunda mano. Con ello se pretende "un incremento del número de beneficiarios potenciales, un mayor atractivo y simplificación del plan, así como mayor flexibilidad para el usuario y una mejor comercialización", según el Ministerio de Industria.

Con esta ampliación de las condiciones para acogerse al Plan VIVE se "superará desde luego más pronto que tarde, la actual coyuntura económica", gracias, en parte, a "las medidas" que está "impulsando" el Gobierno, según explicó la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega en rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

La Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC) considera que "este es un primer paso" que "era necesario". Sin embargo, el director general de la asociación, Luis Valero, apunta que "debería ser complementado con la inclusión de las financieras de vehículos en la ayuda" porque "posibilitaría la llegada al consumidor de la liquidez necesaria para poder financiar sus compras".

Entre las principales medidas adoptadas destaca el aumento de 20.000 a 30.000 euros el límite de financiación para la compra de un vehículo; la reducción de la exigencia de antigüedad requerida para el achatarramiento de los vehículos a diez años, ya que antes eran quince y el acceso al plan VIVE a aquellos vehículos clasificados como N1, es decir, aquellos que están destinados al transporte de mercancías de una masa inferior a las 3,5 toneladas.

Con estas medidas se abarcará un mayor número de beneficiarios potenciales, y se aumentará el atractivo del Plan, ya que se amplían a 10.000 euros -antes 5.000- la financiación al 0 por ciento, y se establece una tasa de interés fijo para la cantidad restante del préstamo.

Hasta ahora existía la obligación de que el Plan financiase el 100 por cien del coste del vehículo. Sin embargo, esta reforma permite que parte del coste sea asumido por el comprador, con lo que se facilita la adquisición y se flexibilizan las condiciones.

Por otro lado, atendiendo a la coyuntura económica actual, se facilitará la adquisición de vehículos de segunda mano, con una antigüedad máxima de cinco años, aunque sólo podrán ser adquiridos en el marco del Plan si se achatarra un vehículo de más de 15 años.

Con la intención de favorecer la preservación del Medio Ambiente, el Plan ayudará a la compra de turismos que emitan menos de 140 gramos de CO2 con catalizador de tres vías -para los vehículos de gasolina- o dispositivo EGR -para los diesel-, que permitan unas emisiones de óxido de nitrógeno menores.