Los trabajadores de Nissan radicalizaron ayer sus protestas contra la dirección de la firma automovilística en respuesta a la presentación del anunciado Expediente de Regulación de Empleo (ERE) ante la Administración y que es el primer paso para cumplir sus planes de despedir a 1.680 trabajadores en Cataluña.

Los manifestantes cortaron la Gran Via de Barcelona durante una hora y avanzaron hasta la Plaça Cerdà, frente al edificio corporativo de la multinacional. Unos 2.200 trabajadores, según la Guardia Urbana, y el doble según el comité de empresa, se congregaron frente a las oficinas de Nissan en la capital catalana, donde se vivieron momentos de tensión y se produjo el lanzamiento de huevos contra la fachada y algunos trabajadores intentaron apartar algunas vallas que protegían la entrada del edificio.

Los manifestantes, tras una pancarta en la que se podía leer ´Los trabajadores de Nissan contra el expediente. Sí al plan industrial´, corearon consignas en contra del expediente y de la dirección de la compañía y anunciaron que intensificarán las movilizaciones, con un calendario que podría ser diario a partir de la semana que viene pero que todavía está por concretar.

UGT ha expuesto ayer su temor de que detrás de las medidas de Nissan de rescindir 1.680 empleos en sus plantas de la Zona Franca de Barcelona y de Montcada, se esconda un plan de deslocalización, informó ayer la federación metalúrgica de este sindicato.

Por ello la Federación del Metal, Construcción y Afines de UGT ha pedido a la dirección de Nissan Motor Ibérica la retirada del ERE de extinción de empleo en las citadas factorías como paso previo a una negociación sobre la presencia real de este fabricante en España.

MCA-UGT apunta que "la multinacional japonesa está jugando una partida peligrosa con los trabajadores al haber optado por una solución traumática que no tiene vuelta atrás y supone una clara estrategia de deslocalización y el principio del fin para las plantas españolas".

El sindicato emplaza a Nissan a que, si de verdad apuesta por su presencia en España, aborde medidas de carácter temporal para afrontar esta fases de crisis en la producción y en los mercados y que apueste por una política de futuro, en lugar de la de destrucción de empleo que aplica hasta ahora

Por su lado, la Consellera de Justicia de Cataluña, Montserrat Tura, opinó ayer que el hecho de que el ERE de Nissan se fundamente en motivos "organizativos y productivos, no económicos" debería facilitar una "aproximación de las partes" en los próximos 30 días. En rueda de prensa tras reunirse el Consell Executiu, aseguró que la crisis, el incremento del paro y las repercusiones en las familias son la "principal preocupación" del Govern.

UGT demanda a la Generalitat de Cataluña, el rechazo del ERE de Nissan "por carecer de causas económicas, técnicas, organizativas o de producción que justifiquen una medida de estas características". Al Gobierno central pide también una actitud de "firmeza" contra las intenciones de la dirección de la multinacional.