En una nota emitida anoche, Fantozzi comunicó que la oferta vinculante que presentó el pasado 31 de octubre la Compañía Aérea Italiana (CAI), formada por un grupo de 20 empresarios nacionales, por la parte rentable de la maltrecha aerolínea es de 1.000 millones e incluye parte de la deuda, todos los activos y las otras sociedades del grupo.

El responsable de Alitalia explicó que la oferta está siendo analizada por el Ministerio de Desarrollo económico y por los asesores elegidos para esta operación.

En detalle, si se acepta la oferta, la CAI pagará por Alitalia 275 millones de euros en efectivo, mientras 625 millones serán utilizados para aliviar la deuda de la compañía aérea, que el pasado 31 de agosto ascendía a 1.219 millones de euros.

A estos se sumarán después 57 millones por la sociedad Alitalia Servizi; 7 millones por Alitalia Airport; 19 millones por Alitalia Express; y 17 millones por la aerolínea a bajo coste Volare.

Estos importes se desembolsarán en un primer pago después de 180 días y la segunda parte después de 2 años.

La oferta prevé además un primer adelanto de 100 millones en efectivo en el momento en el que se cierre la operación, que la CAI prevé se produzca el próximo 30 de noviembre.

La compra de la deficitaria Alitalia, participada al 49,9% por el Estado, por parte de la CAI es la única vía de salvación para la aerolínea.

El plan de la CAI se basa en la fusión con la otra aerolínea nacional Air One para crear una nueva compañía aérea que tendrá 12.500 trabajadores (1.550 pilotos, 3.300 asistentes de vuelos y 7.650 entre técnicos, empleados y ejecutivos).

Para ello se prevé el recorte de 3.250 empleos y la no renovación de los cerca de 2.000 contratos temporales.

La CAI presentó su oferta a pesar de no haber conseguido la aprobación por parte de cinco siglas sindicales que representan a los pilotos y asistentes de vuelo - AVIA, UP, SDL y ANPAC y ANPAV -, que se oponen a los nuevos convenios colectivos ofrecidos por los compradores.

El presidente de la CAI, Roberto Colaninno, indicó que visto la oposición de estos sindicatos, el grupo ofrecerá a casa trabajador individualmente al firma del contrato, y que si faltan pilotos las contrataciones estarán abiertas a todos, incluyendo a los empleados de otras compañías como la irlandesa Ryanair.

Colaninno también adelantó que en noviembre la CAI elegirá su socio industrial extranjero entre Air France y Lufthansa, y que si llegan las autorizaciones, incluida la de la Unión Europea, la nueva aerolínea puede despegar antes de Navidad.