C. Amigo / A Coruña

Los trabajadores de una empresa emblemática de cremalleras del País Vasco poco se podían imaginar hace unos años que sus puestos de trabajo dependerían de una sociedad gallega. Pero así ha sido. Cuatro industriales gallegos decidieron crear Distribuidora de Cremalleras Vitoria -sociedad con domicilio social en Pontevedra-, mercantil que se ha encargado de mantener los veinte empleos y la actividad productiva de Industrias Zip, la última fábrica vasca de cremallleras.

Fundada hace 25 años por dos técnicos de Areitio, Industrias Zip lideró la fabricación de cremalleras en España hasta hace ocho años. Este año, a punto estuvo de cerrar, aunque no por la competencia asiática que tiene amenazado al sector, ni por la actual crisis. La razón, la infructuosa búsqueda de un sucesor. Durante meses los fundadores buscaron sin éxito un relevo que se hiciese cargo del negocio, tras anunciar al personal que pensaban jubilarse dentro de este año.

Fue entonces cuando aparecieron en escena los cuatro industriales gallegos. Empresarios relacionados con el sector textil y clientes habituales de Industrias Zip no dudaron en coger el testigo, como una apuesta de futuro.

El gerente de Distribuidora de Cremalleras Vitoria, la empresa creada por los empresarios gallegos, explica que la filosofía en la que se asienta la nueva etapa es la de continuar "mimando el producto". "Se trata de una apuesta de futuro, queremos seguir vendiendo cremalleras de calidad, tal y como se ha venido haciendo en esta empresa durante los últimos años", declara.

A la hora de decidir hacerse cargo de una actividad que en los últimos tiempos está en crisis, primó la relación comercial que ya existía entre los empresarios gallegos e Industrias Zip. "Es una garantía que han tenido muy en cuenta para comprar la empresa vitoriana", confirma Prado, que sin embargo, es consciente de las dificultades por las que pasa el sector. "Tendremos que limitarnos a series de fabricación cortas, pero esa no es una razón para no acometer una nueva actividad. ¿Qué sector no está hoy en crisis", añade el gerente.

A medio plazo, el objetivo de los nuevos propietarios es afianzar los actuales niveles de producción, que rondan las 5.000 unidades. No obstante, Distribuidora de Cremalleras Vitoria "está abierta a todas las alternativas, dependiendo de lo que marque el mercado".

Las perspectivas de futuro no promueven el optimismo. Para subsistir durante más de dos décadas la salvaje competencia de los fabricantes de Extremo Oriente, los fundadores de Zip tuvieron que buscar nuevos nichos de mercado que dejan de lado los grandes fabricantes, como el de los tapiceros. Además, es fundamental, explica el gerente, importar todo lo posible de Asia -como las tiras continuas procedentes de Taiwan-, para ahorrar costes.

Aún así, la competencia asiática provocó la supresión de cerca de 140 empleos en 1991 y otros tantos en 2005. Ni los acuerdos defensivos que realizaron a comienzos de los noventa, primero con el grupo belga Bonduelle y después con el alemán Eclair Prym, pudieron evitar el ocaso de un ramo que ya estaba semiderrotado desde los años setenta.