"La reunión se produce en un momento en el que cuantas más reuniones haya nos ayudan a conocer cuál es el problema, a no ser que la solución al mismo no esté en nuestras manos, porque hay problemas más externos que internos. Lo peor es que se constata que la situación económica va a empeorar, que aún no llegó al punto álgido, Quedamos de volver a vernos en octubre y seguir intentando atajar los problemas que surjen, especialmente el de la negociación colectiva. Los empresarios tienen una gran preocupación por si la imagen de Vigo puede estar deteriorada por los conflictos laborales anteriores. Respondimos que es muy relativo. La reunión fue un inicio de conversaciones sobre todos los acontecimientos de Vigo, situando el déficit de las infraestructuras como un elemento determinante para la competitividad".