Responsables de la inmobiliaria Eurosol del Perelló, en Sueca (Valencia), han destacado que en lo que va de año sólo han podido vender dos pisos en la costa y que el número de gente dispuesta a alquilar un apartamento ha bajado mucho.

La población valenciana ha pasado de tener el 100% de pisos ocupados en los meses de julio y agosto a contar con el 50% de ellos libres a principios de este mes, en las fachadas de los edificios se amontonan los carteles de "se vende" o "se alquila" y cada vez son más los que prefieren reducir los días de estancia en apartamentos.

Las mismas fuentes declaran que este mes "ha sido más flojo que otros años, la gente ya no quiere un piso para un mes o quince días, hay personas que están interesadas solo en una semana, o incluso cuatro o cinco días".

Otras fuentes del sector inmobiliario explican que cada vez es "más difícil alquilar viviendas porque la gente no tiene dinero y los bancos no ayudan, cada vez ofrecen menos préstamos y los que se van de vacaciones no pueden pagarse un apartamento".

Pese a la crisis la gente ha seguido viajando, aunque a menor coste, como cuenta el presidente de la Asociación de Agencias de Viajes de la Comunitat Valenciana, Vicente Blasco, que ha afirmado que viajar "se ha convertido en un bien de primera necesidad".

Blasco confirma que cada vez hay "más reservas de última hora y un 80% de los viajes son dentro del territorio nacional. Ahí es donde se nota la crisis pero en verdad la gente siempre busca la oferta y con la financiación de viajes a diez o doce meses se consigue que el turista siga viajando, porque le sale rentable".

Por otra parte, la ocupación hotelera siempre ha estado reservada con mucha antelación pero algo está empezando a cambiar desde este verano porque, según el director gerente del hotel Neptuno de Valencia, José Miguel Bielsa, "la gente se espera a última hora para realizar reservas, además hemos bajado los precios porque si no, no se hubiera llenado".

Bielsa destaca que la celebración del Gran Premio de Fórmula 1 ha ayudado ya que para esa semana "lo tenemos todo completo y lógicamente los precios de las habitaciones han aumentado hasta más de un 50% su precio normal, que oscila entre 145 euros por noche y 450 en las suites".

Los restaurantes también han notado la tendencia a la baja de la gente por salir en vacaciones y aunque no son cifras alarmantes, los hosteleros se muestran preocupados de cara al próximo mes, como señala uno de los socios del restaurante valenciano "La Pepica", José Balaguer: "la gente que viene pide menús a la hora de comer porque resulta más económico".

Este verano se mirarán más los bolsillos a la hora de sentarse en las terrazas, comer paella frente al mar, conocer las rutas turísticas o alquilar un apartamento.