Unión Fenosa cerró la sesión de ayer con una subida del 8,3%, hasta 14,74 euros, y acumula desde el lunes una revalorización del 33% gracias al anuncio de ACS de su intención de desprenderse del 45,3% de la eléctrica.

Desde que la constructora hiciera públicas el jueves sus pretensiones, las acciones de la eléctrica han subido un 26%. El repunte de ayer fue histórico en la cotización de la compañía, del 16,8%, y en dos días Unión Fenosa ha pasado de valer en bolsa 10.704 millones a 13.509 millones.

Por su parte, las acciones de Iberdrola ganaron ayer un 2,72%, hasta 8,68 euros, tras apuntarse ayer una subida del 4,71%. ACS, que ayer ganó un 7,37%, remontó las pérdidas de media sesión y cerró a 31,75 euros, un 2,22% más.

Los analistas coinciden en que el anuncio de ACS ha provocado la revalorización de todas estas compañías. La constructora presidida por Florentino Pérez anunció que contemplaba, entre otras alternativas, la venta de su participación en Unión Fenosa y concentrarse en consolidar su participación en Iberdrola.

Con el movimiento, ACS podría reducir su deuda, de 11.700 millones si se descuenta el pasivo de Unión Fenosa. La venta de la eléctrica le permitiría ingresar unos 6.300 millones, mientras que el aumento de su participación hasta el 20% de Iberdrola podría costarle unos 4.000 millones.

El parqué madrileño logró retomar la tendencia alcista esta semana y cerró con una subida del 4,5%, la segunda mayor subida semanal del año, que llevó al selectivo a recuperar la cota de los 11.800 puntos tras situarse durante algunas sesiones en mínimos que no alcanzaba desde 2006. De este modo, el Ibex recupera ligeramente parte de sus pérdidas anuales, que ya se sitúan en el 27,6%.

Los posibles movimientos corporativos volvieron a impulsar al Ibex en la segunda parte de la semana, mientras que en la primera las noticias procedentes de Estados Unidos en relación a la crisis "subprime", así como la suspensión de pagos de Martinsa Fadesa hicieron a los inversores temerse lo peor. La inmobiliaria se encuentra suspendida de cotización desde el lunes.

El Ibex perdió el martes un 2,55% arrastrado por el temor del mercado a que la situación de la inmobiliaria española pudiese contagiar a otras compañías.