El terremoto provocado por la suspensión de pagos por parte de la inmobiliaria Martinsa-Fadesa ha desencadenado réplicas en todas las compañías del sector que cotizan en Bolsa y en las entidades financieras que tienen fuertes participaciones en suelo y promociones. El presidente de la Federación de Promotores de Edificación y Suelo de Galicia, Javier Garrido Valenzuela, explica la intensidad de la crisis en la comunidad y expresa su opinión de la inmobiliaria de Fernando Martín.

- Martinsa-Fadesa ha sido víctima de la falta de apoyos financieros cuando varios bancos y cajas participaban en su accionariado, ¿cómo se puede entender esta situación?

- La patología que estamos viviendo tiene unas connotaciones adicionales para Martinsa-Fadesa, como la Ley de Valoraciones del Suelo de 2006 que ha hecho caer sus activos. Esta ley anuló la capacidad de valorar la expectativa urbanística con lo que el valor de los activos se reduce. Antes las sociedades de tasación podían tasar un suelo de desarrollo, con lo que el Banco de España permitía a las entidades financieras prestar no sobre el valor actual del terreno, sino sobre el del futuro. Pero esto se acabó. Es una ley que ha pasado muy sigilosa sobre el sector pero es trascendental.

- ¿Y afectó de lleno a Martinsa-Fadesa?

-Sí, porque es una de las grandes propietarias de suelo sin desarrollar en nuestro país. Esto era la crónica de una muerte anunciada. Sin embargo, quiero transmitir un mensaje de tranquilidad en Galicia sobre los efectos en la cadena de proveedores. La suspensión de pagos de Martinsa-Fadesa será la excepción, ya que va a provocar efectos negativos en las empresas del área de A Coruña que suministraban a Fadesa y para los trabajadores regulados, que son los que más me preocupaban.

- ¿Presentar el concurso de acreedores puede ayudar a invertir la situación?

- La entrada de unos administradores judiciales puede poner en valor los activos de la inmobiliaria y darle garantías de continuidad porque somos empresas con patrimonio. Soy optimista sobre la posibilidad de un buen final para Martinsa-Fadesa.

-Hoy [por ayer] la Bolsa castigó con fuerza a las inmobiliarias y a los bancos que están detrás. ¿Cree que esta suspensión de pagos puede tener un efecto dominó sobre otras empresas inmobiliarias?

-Espero que no. De todas formas en Galicia esto no va a ocurrir. Nuestro tejido inmobiliario está formado por numerosas empresas pequeñas que están muy bien patrimonializadas, o razonablemente bien.

- Pero los bancos no atienden demandas de préstamos que reclaman ustedes.

- Las entidades financieras están haciendo una lectura nacional de la crisis que no es aplicable a Galicia. Aquí no tenemos grandes promociones paralizadas, ni grandes inversores detrás de nuestras promociones como en toda la Costa Mediterránea. Allí se encuentran con el problema de que calculaban unos beneficios y a la hora de escriturar las nuevas ventas lo cierto es que valen mucho menos de lo previsto.

- Manuel Jove fue un visionario a la hora de desprenderse de su empresa. ¿Cómo valoran los profesionales del sector la operación con Martinsa-Fadesa?

-Realmente ha actuado de manera premonitoria. Es un orgullo que un gallego haya sido capaz de llevar la empresa tan lejos, entre las primeras cinco de España, y enfocar de nuevo sus negocios de una manera exitosa. A lo mejor si Manuel Jove llegase a seguir al frente no le hubiese pasado lo que le pasó a Fernando Martín.

-¿Se puede pensar que le dejó el muerto a Fernando Martín?

-Martinsa tenía una dimensión demasiado pequeña para el reto que asumía. Lo ha hecho con un "pool" de bancos que actuaron como empresarios y si los bancos actúan como empresarios también tienen que asumir los riesgos.