En Fráncfort, el índice selectivo DAX 30 cayó el vienes hasta los 6.135 puntos, el nivel más bajo en lo que va de año, lo que supuso un recorte semanal del 1,90 por ciento.

En París, el CAC-40 perdió a lo largo de la semana bursátil un 3,88%, para situarse en los 4.100,64 puntos, su nivel más bajo desde mayo de 2005.

El índice parisino perdía así la cuarta parte de su valor en lo que va de año (-26,96%), sufriendo una caída vertiginosa de 1.000 puntos desde el pasado 19 de mayo.

En Londres, el índice principal FTSE-100, pasó de los 5.412,8 puntos del viernes día 4 a los 5.261,6 de ayer (un 3,93 por ciento a la baja), mientras que el índice intermedio FTSE-250 cerró ayer en 8.339,1 puntos, un 3,22 por ciento menos respecto a la semana anterior.

El "footsie" (denominación popular del selectivo londinense) alcanzó de esta manera su nivel más bajo desde octubre del 2005.

El parqué milanés marcó igualmente el viernes su registro mínimo en los últimos cuatro años, con descensos acusados de los sectores bancario, tecnológico y de la construcción, haciendo que el índice S&P/Mib perdiera esta semana un 3,03 por ciento.

La Bolsa de Madrid, en esa misma línea, también cerró en negativo y durante la jornada del viernes se registraron bajadas desconocidas desde verano de 2006, para restar un 3,25 por ciento en el cómputo semanal.

Paralelamente, el mercado de divisas de Fráncfort cerró una semana especialmente volátil con el euro por encima de los 1,59 dólares y nuevos interrogantes sobre el billete verde, que también perdió posiciones frente al yen.

"Es sintomático. No estamos ante un euro fuerte, sino ante un dólar debilitado por la coyuntura y la geopolítica", sostienen los analistas.

Los factores coyunturales y geopolíticos son los que marcando la pauta a los mercados internacionales las últimas semanas: el precio del petróleo y la crisis del sector financiero estadounidense.

El creciente temor a una escalada de la tensión en Oriente Medio, ahora entre Irán e Israel, hizo que el barril de crudo Brent, de referencia en Europa, rebasara el viernes, por primera vez, los 147 dólares en el mercado de futuros de Londres.

Las consecuencias fueron notorias en los valores automovilísticos y líneas aéreas, ya que en Fráncfort las acciones de Lufthansa perdieron un 5,66 por ciento, en tanto que BMW se dejó un 3,68 por ciento.

Los títulos que más se devaluaron sin embargo fueron los bancarios, lastrados por las malas noticias sobre la situación de los institutos hipotecarios estadounidenses Fannie Mae y Freddie Mac, al borde de la quiebra.

El ministro estadounidense de Finanzas, Henry Paulson, intentó tranquilizar los mercados y frenar el desplome provocado por de esos títulos en Wall Street, pero no informó de las medidas concretas de salvamento que reclaman los inversores.

Las únicas buenas noticias que llegaron a los mercados europeos de Estados Unidos fueron los resultados parciales de General Electric, que aún siendo negativos se ajustaron a las expectativas del mercado, y los datos del índice sobre confianza del consumidor de la Universidad de Michigan, mas favorables de lo esperado.

En Alemania, la noticia positiva de la semana para el sector financiero fue la venta del local Citibank, filial alemana del Citigroup, al grupo francés Credit Mutuel, por 4.900 millones de euros.

La operación benefició a Commerzbank y Postbank, que fueron la excepción de las perdidas del viernes y cerraron en números negros.

Por otra parte, el Banco Central Europeo pronosticó el martes que la inflación en la Eurozona permanecerá "muy por encima" del nivel compatible con la estabilidad de precios "durante un periodo más prolongado de lo previsto anteriormente".

En su informe mensual, el BCE insistió en que es muy probable que la inflación interanual se mantenga "muy por encima del dos por ciento", para moderarse previsiblemente y de manera gradual en 2009.

El BCE volvía a justificar así la subida de tipos acordada la pasada semana, cuando elevó el precio del dinero en la Zona Euro en 0,25 puntos, hasta situarlo en el 4,25 por ciento.