Tras la plena liberalización del sector el pasado 1 de julio, Industria ha fijado los precios máximos que podrán cobrar las empresas comercializadoras en estas tarifas, a las que se pueden acoger consumidores domésticos y pymes.

El alza, explica Industria, se debe al aumento de costes de las materias primas en los mercados internacionales.

Así, y aplicando la formula automática de revisión en la que se tiene en cuenta la cotización de las materias primas y la evolución del euro frente al dólar, el precio máximo de la tarifa T.1, a la que están acogidos un 51 por ciento de los consumidores, sube un 2,15 por ciento de media frente a la última revisión de abril.

El término variable en esta modalidad sube un 2,61 por ciento.

Dentro de esta modalidad, el consumidor tipo doméstico D1, que es el de menor consumo, vería incrementada su facturación un 2,09 por ciento.

Para los consumidores de la tarifa T.2 (entre 5.000 y 50.000 KWh al año), los precios máximos de la TUR suponen una subida del 2,64 por ciento.

En la T.3, en el que se encuentran los consumos que van de 50.000 a 100.000 KWh anuales, el aumento medio es del 3,23 por ciento y la subida del término variable es del 3,8 por ciento.

En la modalidad T.4, con consumos por encima de 100.000 KWh al año, el incremento medio será del 3,90 por ciento.

Industria recuerda que los consumidores podrán beneficiarse de descuentos en relación a estos precios máximos.

A la tarifa de último recurso pueden acogerse usuarios que tengan un consumo anual inferior a 3 gigavatios-hora (GWh).