El Ministerio de Vivienda confía en que lo peor del reajuste del sector de la construcción en España haya pasado ya y espera que el mercado empiece a notar los efectos de las medidas adoptadas por el Gobierno en el tercer trimestre del año. En este contexto la ministra de Vivienda, Beatriz Corredor, insta a los promotores a "arrimar el hombro" y adaptarse al "frenazo" del mercado. La ministra defiende que el sector debe "autorregularse" con el menor coste social posible y pide responsabilidad a las promotoras. Las inmobiliarias y constructoras están dispuestas a colaborar, eso sí piden a bancos y cajas que no restrinjan los créditos ni a las promotoras ni a los compradores.

La ministra de Vivienda, Beatriz Corredor, llamó hoy al sector inmobiliario a "asumir su responsabilidad, a arrimar el hombro y a autorregularse con el menor coste social posible" ante la crisis que actualmente presenta la actividad de construcción de pisos.

La ministra aseguró durante su intervención en un encuentro sectorial de Vivienda organizado por la revista 'Metros 2' que el sector de promoción residencial está actualmente en "pleno frenazo" de actividad, si bien mostró su confianza en que lo peor del ajuste haya pasado y que las medidas diseñadas por el Gobierno comiencen a dar sus resultados.

Corredor, quien aseguró que el Ejecutivo es consciente de la difícil situación que atraviesa la economía española, asegura que esta cuenta con "sólidos factores de ajuste" para poder afrontar con responsabilidad la ralentización económica actual. No obstante, en el caso del sector inmobiliario, la ministra llamó a "asumir responsabilidades y a arrimar el hombro" para convertir "problemas en oportunidades".

En su opinión es necesario abordar un cambio en la actividad inmobiliaria que suponga abandonar la senda de "crecimiento insostenible" que presentaba "por su carácter expansivo, por sus tensiones especulativas y por consumir ingentes cantidades de recursos naturales".

Créditos más amplios

Los constructores se muestran más pesimistas que el Gobierno respecto a que lo peor del reajuste de la construcción pasará en un año. Los promotores inmobiliarios aseguran que la actual crisis del sector y el nuevo modelo de negocio inmobiliario más moderado y sostenible que propugna el Gobierno no se alcanzarán hasta que no se "drene" dicho 'stock', algo que llevará entre tres o cuatro años.

"Las empresas necesitan la cuenta de resultados para pagar la deuda, y ello pasa por realizar (vender) activos. Dada la iliquidez que actualmente presenta el suelo, las ventas pasan fundamentalmente por la venta de viviendas", explicó el presidente de los promotores madrileños, José Manuel Galindo.

En opinión de Galindo, las promotoras inmobiliarias son conscientes de que "los excesos del pasado hay que drenarlos y, según aseguró, el sector ya ha reaccionado ante la actual situación frenando toda construcción de nuevas viviendas. Según sus datos, en 2008 no se construirán más de 200.000 nuevas viviendas, apenas una tercera parte de las 600.000 iniciadas el pasado ejercicio, lo que supondrá una reducción del 66% en la actividad de construcción de viviendas "con los consiguientes efectos perversos en cuanto a generación de empleo, generación de riqueza y contribución al crecimiento económico".

Por todo ello solicitó hoy la colaboración de las entidades financieras para que no sean "absolutamente restrictivas del crédito con los promotores" y que tampoco se lo corten a los potenciales compradores, con el fin de que el sector puedan absorber cuanto antes el 'stock' de pisos en venta.

En su opinión, los bancos y cajas han contribuido en cierta forma a la actual coyuntura, dado que, "antes de la actual crisis no sólo daban crédito barato, sino que perseguían con él", aseguró Galindo durante su intervención en un encuentro sectorial de Vivienda organizado por la revista 'Metros2'.

Galindo indicó que las inmobiliarias se han fijado la "supervivencia" como principal estrategia a corto plazo ante la actual crisis del sector caracterizada por una caída de la demanda por el empeoramiento de las condiciones de financiación. Esta estrategia debe pasar por incentivar las ventas y gestionar la deuda "con toda la objetividad y el realismo que sea posible" en colaboración con las entidades financieras, dado que, para la patronal, son "corresponsables" de la actual situación.