Paula García / a coruña

Los sectores de la construcción y del mercado inmobiliario son dos de los que más están acusando la actual crisis económica. Sin embargo, algunas ramas de estos sectores son totalmente ajenas a esta situación. El mejor ejemplo es el de las viviendas de lujo, que, según algunos expertos, apenas percibe los efectos de la crisis.

"Yo creo que es el sector menos afectado. La crisis para eso no existe, porque es muy exclusivo y la gente que adquiere este tipo de viviendas sigue teniendo dinero. Por otra parte, los precios se mantienen exactamente igual. No estamos notando que bajen", aseguran desde la inmobiliaria Poisa y Valiño Asociados, una de las que ofertan este tipo de inmuebles en la provincia de A Coruña.

Algunos analistas, no obstante, alertan de que la crisis podría llegar también a las viviendas de lujo en breve. Hasta ahora se decía que, debido al enorme poder adquisitivo de los compradores y vendedores de este tipo de inmuebles, ni la oferta ni la demanda se verían afectadas por la crisis. Sin embargo, los analistas empiezan a dudar de esta teoría, y entre sus argumentos se encuentran los siguientes:

Inversión. Los compradores no sólo buscan una casa donde vivir, sino que también hacen una inversión inmobiliaria. Por este motivo, demoran la decisión de la compra a la espera de buenas oportunidades.

Rentabilidad. Los propietarios que ponen a la venta una vivienda de lujo son plenamente conscientes de que este tipo de inmuebles no resultan rentables a corto plazo, y de que el dinero que pueden obtener de la venta de su piso a un precio inferior sería más rentable si fuera invertido en otro tipo de bienes.

Necesidad. Hay otros propietarios que sí necesitan vender, ya que la crisis de la economía española afecta a sus fuentes de ingresos ajenas al mercado inmobiliario. Ante esta coyuntura, la única solución pasa por vender la vivienda de lujo.

Herencias. En algunos casos, los herederos del propietario no gozan de una situación económica privilegiada, por lo que necesitan poner a la venta la antigua vivienda familiar, de tal forma que cada uno de ellos obtiene el dinero necesario para acceder a un inmueble más modesto. El comprador de una vivienda de lujo suele ser un empresario o un profesional de prestigio con un alto poder adquisitivo. El perfil del cliente que alquila -una modalidad que incluso cuenta con más adeptos que la compraventa- es el de un embajador, un ejecutivo, un deportista o un artista que permanece en una ciudad por un periodo de tiempo indefinido. La renta de este tipo de inmuebles, por otra parte, oscila entre los 12.000 y los 18.000 euros mensuales, aunque ésta depende mucho de la zona.

Por lo que respecta a las características de las viviendas de lujo, éstas son construidas con materiales de una gran calidad, presentan un interiorismo cuidado hasta el más mínimo detalle, e incorporan la tecnología más puntera y la domótica. Acostumbran estar situadas en zonas exclusivas que gozan de muy buenas comunicaciones con todo su entorno.