La escasa o mala formación de la mano de obra está lastrando la competitividad de las empresas españolas de componentes para el sector del automóvil. Ésta es una de las conclusiones que se extraen del Observatorio Industrial de Fabricantes de Equipos y Componentes para la Automoción, en el que colaboran patronal, sindicatos y el Ministerio de Industria, y que ayer se reunió en Porriño en el Centro Tecnológico del Automóvil de Galicia (CTAG) para analizar los resultados de los estudios llevados a cabo durante 2007 y exponer sus principales necesidades.

Además de mejorar la formación de las plantillas, el observatorio urge articular una política de desarrollo industrial del automóvil común para constructores -como es el caso de PSA Peugeot Citroën en Vigo- y proveedores, debido a que cada vez se subcontrata más y a que las empresas auxiliares participan en el diseño y desarrollo de nuevos modelos.

Pese a todo, es en el capítulo de formación en el que más insisten empresarios y sindicatos, ya que las empresas españolas no pueden competir con una política de bajo coste. El observatorio constata que un "importante porcentaje" de operarios no cuenta con la cualificación necesaria y, entre los que sí la tienen, sólo en un 25% de los casos esa formación se adecua a las necesidades de la empresa o del puesto en el que desarrolla su labor. Entre las necesidades formativas más urgentes destacan el aprendizaje de idiomas y el uso de aplicaciones informáticas, de procedimientos propios de este sector, marketing y procesos industriales.

Además, los estudios recuerdan que España tiene un bajo índice de patentes en el sector del automóvil debido a que los centros de I+D+i de las principales multinacionales implantadas en el país están en el extranjero. El observatorio insiste en este sentido en la necesidad de potenciar la propiedad industrial, así como la renovación de instalaciones y los apoyos a los procesos de I+D+i.

La jornada en la que se presentaron estas conclusiones fue inaugurada por el director general de Industria del Gobierno de España, Jesús Candil, y por el director xeral de I+D+i de la Xunta, Salustiano Mato. El primero de ellos, recalcó en su intervención que el Observatorio Industrial del sector es un "instrumento de política industrial" que sirve al Gobierno para definir actuaciones.

Candil explicó durante el encuentro que caída de la venta de coches en España no está vinculada con la producción de vehículos, porque este año se están fabricando más unidades que el pasado. "No existe conexión con el ritmo de producción", aseguró.

En la misma línea se mostró el secretario federal adjunto de la secretaria nacional de Metal Construcciones y Afines de UGT, José Manuel Suárez, al afirmar que el descenso de las matriculaciones se debe a las dificultades a la hora de pedir préstamos, pero no a la producción.

La industria de fabricantes de equipos y componentes para automoción facturó en España el año pasado 32.873 millones de euros, de los cuales, el 54,4% se corresponden con las exportaciones. Asimismo, dio trabajo a más de 245.600 personas, un 0,8 por ciento menos que el año anterior, e invirtió 963 millones de euros (un 3% de su facturación) en I+D+i.