El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, aseguró ayer que la economía española no afronta un escenario de recesión, pero sí se juega un ajuste "largo y costoso" si no se respeta la austeridad presupuestaria y se flexibiliza la economía y el mercado laboral.

En su comparecencia en la Comisión de Economía y Hacienda del Congreso de los Diputados, Fernández Ordóñez alertó de que los desequilibrios de la economía española podrían adquirir tal nivel que provocarían "costes enormes", sobre todo en destrucción de empleo.

Por ello, insistió en que la duración y profundidad del ajuste de la economía dependerá de que "no se hagan tonterías en el sector presupuestario", lo que significa evitar "medidas discrecionales" que dilapiden el margen de maniobra, contener el gasto y eludir bajadas de impuestos.

En este sentido, pidió a las Administraciones Públicas, con especial mención a las Comunidades Autónomas, que hagan un esfuerzo para racionalizar sus gastos debido a la notable desaceleración que se observa en los tributos que tienen cedidos.

Fernández Ordóñez consideró que las medidas anunciadas ya por el Gobierno para hacer frente a la desaceleración económica van en la "dirección correcta".