Hay tantas diferencias entre la carga fiscal de los carburantes en Europa que los precios entre unos y otros países son tremendamente enormes. Así que todo es relativo. ¿Son caros los combustibles en España? Pues mucho más que hace un año, insoportables para muchos sectores y para el consumidor en general, pero baratísimos si los comparamos con lo que, por ejemplo, se paga en Holanda, Bélgica, Alemania o Finlandia. Sólo hay cuatro países que tengan las tarifas más bajas que las que ofrecen las estaciones de servicio españolas.

Cada litro de gasolina de 95 octanos en España es hasta 24,74 céntimos de euro más barata, un 18%, que la media de los países de la Unión Europea de los 14. El precio antes de impuestos es ligeramente superior, un euro y medio. Las diferencias se marcan en los impuestos, tanto los indirectos, el Impuesto Especial de Hidrocarburos -casi un 20% menor en España-; y en el IVA -un 6,44% por debajo-. Así, mientras en España el Impuesto de Hidrocarburos grava cada litro con 40,75 céntimos, en Holanda o Alemania supone alrededor de 65 euros. Si abrimos el mapa, la posición de España no varía demasiado. Los precios en España son un 17,8% más bajos que la media de la eurozona. Fuera de ella, Polonia, Eslovaquia, Hungría y Chequia tienen los combustibles más caros. Sólo en Grecia, Eslovenia, Bulgaria y Rumanía, la gasolina es más asequible.

En el caso del gasóleo, son tres los países -Bulgaria, Eslovenia y Rumanía- que ofrecen precios más bajos que España. La diferencia de tarifas con respecto a la media de la UE-14 ronda los 17 céntimos de euro por litro. El Impuesto Especial de Hidrocarburos para el diésel es un 31,3% inferior en España con respecto en comparación con la media europea. En general, la presión fiscal sobre el gasóleo aquí es hasta un 29,3% menor. En Reino Unido el litro se paga a 145,4 céntimos, el valor más alto, seguida de Italia, con 132,7 céntimos por litro.