El comité de la empresa de Draka Cables va a solicitar reuniones con los conselleiros de Industria y de Traballo para que presten su ayuda con el objetivo de impedir el cierre de la planta ubicada en Mos, prevista para finales de año, aunque los representantes de los trabajadores creen que tras el período de vacaciones, en agosto, ya quede en la calle un 60% del centenar de trabajadores que integran la plantilla actualmente.

Los trabajadores de esta empresa protagonizaron ayer un paro de 24 horas para llamar la atención sobre el problema que se les avecina. El personal se mantuvo concentrado a lo largo de la jornada ante la empresa, y contaron con el apoyo de la alcaldesa de Mos, María Jesús Escudero, de los partidos políticos y de las centrales sindicales. La alcaldesa prometió que en el pleno del Concello de Mos de hoy se producirá una moción de apoyo a la plantilla, así como la solicitud de soluciones.

La multinacional holandesa anunció el pasado 21 de abril el cierre de la factoría dedicada al cableado para el sector de la automoción, tras decidir una deslocalización que les favorezca a países de menor coste.

La empresa ya ha aceptado una primera reunión con el comité de empresa para explicar todo el proceso a seguir. Se celebrará ante el delegado provincial de la Consellería de Traballo, Pedro Borrajo, a petición de los trabajadores con el fin de que quede la debida constancia oficial de lo que se hable.

El portavoz del comité de empresa, Alberto Míllara, anunció a FARO que van a mantener las movilizaciones, "pero será a través de actos puntuales y ya los trasladaremos a Vigo, porque es la ciudad con la que Draka tiene una clara vinculación".

El sindicalista está convencido de que a pesar de que la empresa asegura que el cierre será a finales de año, "mucho nos tememos que tras las vacaciones, en agosto, entre el 50 y el 60% de la plantilla ya se quedará en la calle".