Gil Díaz subrayó que Telefónica decidió acudir a los tribunales porque a pesar de las irregularidades que Telmex comete "no se atreven a quitarle la concesión". En este sentido, detalló que la compañía mexicana no revisa el tope de sus precios ni realiza ninguna separación contable que evite el cruce de subvenciones.

"Se ha gestado un caso impecable de lo que los economistas califican como captura regulatoria; se trata de una máquina gigantesca de capturar efectivo avalada por diversos gobiernos. Una que obtiene flujos de miles de millones de dólares anuales a la que se le permite depredar a sus clientes, sean éstos consumidores u otras empresas y le permite extender sus brazos y dominar otras áreas de actividad económica", sostuvo durante su participación en el seminario Perspectivas Tecnológicas 2008 recogido por la prensa mexicana.

El también ex secretario de Hacienda durante la pasada administración sorprendió a los presentes en el seminario al citar las palabras que recientemente pronunció en Harvard el ex presidente Carlos Salinas de Gortari, quien según Gil Díaz dijo: "No se puede privatizar un monopolio público para transformarlo en un monopolio privado, como es el caso de las telecomunicaciones. Me refiero concretamente a Telmex".

La privatización de Telmex tuvo lugar en 1990, durante la administración de Salinas de Gortari, y Gil Díaz era entonces subsecretario de Ingresos de la Secretaría de Hacienda.

Ante estas acusaciones, el director de Regulación y Asuntos Jurídicos de Telmex, Javier Mondragón Alarcón, acusó a Telefónica de ser "un monopolio en España y América Latina y querer reconquistar el continente" a través del mercado de las telecomunicaciones.