El presidente de Pescanova, Manuel Fernández de Sousa, confirmó hoy que el grupo empresarial gallego no estudiará la posibilidad de nuevas inversiones en Galicia hasta el 2010 ya que, con la puesta en marcha de la planta de cultivo de rodaballo en Mira (Portugal) "ya están cubiertas las necesidades de mercado y el plan estratégico".

En un encuentro con medios de comunicación, Fernández de Sousa recordó que la planta de Xove ya está operativa y "a plena carga de peces" (con una producción de 3.000 toneladas anuales), y que la de Portugal (que alcanzará las 10.000 toneladas anuales) será inaugurada en noviembre de este año. Con estos dos proyectos, apuntó, "tenemos tiempo para invertir en Galicia", una inversión que no se plantearía hasta 2010.

Con respecto al Plan Acuícola de la Consellería de Pesca, que en este momento está en fase de alegaciones, el presidente de Pescanova lamentó que la administración "ahora está revisando criterios que eran poco lógicos", lo que tendrá como consecuencia que se permitan algunas instalaciones acuícolas en espacios de la Red Natura, "mientras que a Pescanova se le negó la construcción de una planta en Touriñán".

En ese sentido, insistió en que ese proyecto "se adaptaba a la normativa" y achacó la negativa de la Xunta a "una razón política, que no legal". Asimismo, aseguró que a la empresa "le duele" que se autorice a otras empresas a instalarse en esos espacios, mientras que Pescanova "perdió 3 años y eso le hizo mucho daño".

Por otra parte, advirtió de que el retraso en la aprobación del Plan Acuícola perjudicará a muchas empresas que tendrán que hacer un "mayor esfuerzo inversor", ya que, cuando entre en vigor, ya se habrán extinguido las ayudas de los fondos IFOP.

Crecimiento del Puerto de Vigo

Manuel Fernández de Sousa también se refirió a los planes de crecimiento del Puerto de Vigo y alertó de la "falta de espacio físico" por lo que urgió la puesta en marcha de medidas que permitan el crecimiento de la terminal viguesa. "Las mercancías no pueden esperar, y la agilidad y dinamización es fundamental", señaló.

El presidente de Pescanova subrayó su "preocupación" por el hecho de que "no hay espacio suficiente para los contenedores" lo que, sumado a otras circunstancias, como la presencia de mercados de consumo más grandes en lugares próximos, o el rápido crecimiento de competidores como el Puerto de Sines, "puede obligar a elegir otros sitios" para la descarga de mercancías.

Fernández de Sousa defendió el crecimiento del Puerto de Vigo, al tiempo que recordó que otras soluciones logísticas, como la Plataforma de Salvaterra-As Neves "tienen otros costes que no hay que obviar, porque no es lo mismo manipular una mercancía en el puerto, que trasladarla a 40 kilómetros para hacerlo".

Crisis económica

Con respecto a la situación actual de recesión económica, el presidente del grupo empresarial gallego admitió que el mercado de la proteína marina es "el menos afectado en los momentos de crisis", ya que "no es tan vulnerable" a cuestiones como el incremento del precio de los cereales o del petróleo. "Cuando hay crisis las familias compran más barato, pero no dejan de comer, podemos resistir el envite".

En referencia a los movimientos bursátiles relacionados con la aparición de nuevos casos de encefalopatía espongiforme bovina (EBB), Fernández de Sousa explicó que este tipo de situaciones "siempre provocan la especulación en bolsa", pero descartó que fuesen determinantes en los resultados o que supongan "una desviación grande".

En cuanto a la creación del "macro ministerio" de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, con la gallega Elena Espinosa al frente, el presidente de Pescanova la calificó de gestora "capaz y trabajadora", al tiempo que consideró "un acierto" que Medio Ambiente comparta cartera con Medio Marino "porque muchos problemas de uno tienen relación directa con el otro".

Por otra parte, la Junta General de Accionistas celebrada hoy en Chapela-Redondela (Pontevedra) aprobó las cuentas generales del grupo en 2007, que reflejan una cifra de negocio de casi 1.300 millones de euros (de los cuales unos 700 millones se corresponden al mercado español) y un resultado neto de algo más de 25 millones.

Además, se propuso facultar al Consejo de Administración para que pueda aumentar el capital social en un plazo máximo de cinco años, hasta la mitad del capital en el momento de la autorización, y se concretó dicha cifra en 39 millones de euros.

Entre los puntos del orden del día también se dio cuenta de la distribución de un dividendo bruto de 0,45 euros por acción, que los accionistas podrán hacer efectivo a partir del 5 de mayo, y se acordó reelegir como consejeros a Manuel Fernández de Sousa (que sigue como presidente del Consejo de Administración) y a Alfonso Paz Andrade.