Draka Cables Vigo cerrará sus puertas antes de final de año. La multinacional propietaria de la antigua Fedegalsa, la holandesa Draka Holding Group, comunicó ayer a los miembros del comité de empresa que abandonará la producción en la planta de Mos en el plazo de ocho meses, como consecuencia de la deslocalización de sus principales clientes -Valeo y Yazaki- a países de bajo coste como Marruecos, México, República Checa y Polonia. Draka Cables Vigo, especializada en la fabricación de cableado para el sector de la automoción, tiene en plantilla a un centenar de trabajadores, para los cuales la compañía anunció un "plan social" que incluye recolocaciones en otros sectores. Los sindicatos, en cambio, rechazan el cierre, argumentan que la planta es rentable y anuncian movilizaciones para que se mantenga la actividad.

El supuesto declive de la factoría de Mos es reciente, según los trabajadores, ya que en 2003 fue la segunda planta del grupo más productiva de Europa, después de otra en Alemania. No obstante, desde entonces su actividad ha ido disminuyendo debido al desplazamiento de sus principales clientes a mercados emergentes y a su especialización en el sector de la automoción. La otra fábrica de Draka en España, ubicada en Barcelona -donde está la sede central-, fabrica cables para todo tipo de mercados -construcción, electricidad, etc.- y no tiene falta de carga de trabajo, según los sindicatos. "Incluso tienen previsto establecer un cuarto y quinto turno. Están a tope", confirma un responsable del comité de empresa de Draka Vigo de la CIG.

Los sindicatos rechazan que la empresa ya no sea rentable, y denuncian que desde hace dos o tres años se ha estado desviando maquinaria y pedidos a otras plantas del grupo en Chequia. Reconocen, en cambio, que la producción se ha reducido, pasando de 80 millones de metros de cable al mes a poco más de cincuenta. Al cierre de las dos plantas de Valeo en Galicia, la deslocalización recientemente de Yazaki Santano (Portugal) ha representado un mazazo para Draka Vigo, aunque la compañía se había comprometido a buscar nuevos compradores. "Nuestro mejor cliente, que está en Polonia, exigía al grupo que si seguía fabricando desde Mos se hiciese cargo del gasto en transporte hasta allí", reconocen desde la CIG.

Ayudas

Por otra parte, las tres centrales sindicales critican la forma en la que la empresa comunicó el cierre. "Ni siquiera contactaron con los sindicatos, ni con la Administración. No se puede llegar y cerrar la empresa así de golpe", critica el responsable de MCA-UGT en Vigo, José Antonio Álvarez. Desde CC OO, el mensaje es el mismo. "Draka tiene cinco fábricas en el segmento del automóvil, y salvo la de Alemania, ninguna cumple con el presupuesto fijado a comienzos de año. ¿Por qué Vigo tiene que pagar el pato?", revela un responsable del comité de CC OO.

Ante esta situación, los sindicatos amenazan con iniciar movilizaciones y están investigando si la compañía cobró subvenciones públicas recientemente para frenar el cese de producción. Según fuentes del sector, Draka Cables Vigo había sido el centro de I+D+i en el segmento de cableado para automoción del grupo entero, y podría haber recibido ayudas por parte de la Xunta de Galicia en este sentido.

"Argumentan que no hay dinero, pero Draka acaba de hacerse con la totalidad del capital de Draka-Alcatel en Cantabria", apuntan desde la CIG.