Más de doscientos trabajadores se concentraron después de la medianoche en los accesos de la terminal de Bouzas, desde donde se dirige una importante cantidad de suministros para la factoría de viguesa de Citroënn, para impedir el paso de los trailers para las cadenas de la planta. Esta acción fue el pistoletazo de salida de una huelga de tres días -que se desarrollará hoy, mañana y pasado- anunciada por los 6.000 camioneros de la provincia que protestan contra la negativa de la patronal de negociar el convenio en la provincia de Pontevedra.

A esta primera acción le seguirían a partir de las cinco de la madrugada otras varias en puntos estratégicos de la provincia como zonas portuarias o polígonos industriales y en la propia planta de Citroën.

El paro del sector, que está apoyado por los tres sindicatos mayoritario, CC OO, UGT y CIG, afectará a 1.000 empresas transportistas y se prevé que pueda causar importantes problemas a numerosas empresas que se verán imposibilitadas de recibir materia prima y de sacar a los mercados su producción.

La protesta abarcará a todo tipo de transporte de mercancías como la de carga general, frigorífica, paquetería, pescado, vehículos, muebles y centros logísticos.

Empresarios y sindicatos intentarán, con la mediación de la consellería de Traballo, llegar un acuerdo en una reunión que se celebrará a las once de la mañana de hoy en la delegación de la Xunta en Vigo.

De entrada, las posiciones están muy alejadas y no se prevé un fácil solución. "Aunque todo es posible", señalan fuentes consultadas.

Como informó FARO ayer, los trabajadores solicitan un incremento salarial de 300 euros mensuales y están dispuestos a repartir en un convenio con hasta tres años de vigencia, pero consideran irrenunciable esta cantidad.

Por su parte, la patronal señala que aceptar las condiciones de los trabajadores supondría reconocer un aumento de un 48% sobre los salarios que actualmente se perciben. Los sindicatos argumentan que el convenio provincial de Pontevedra es el quinto peor de España, y que en Galicia sólo está por detrás de el de Ourense.

Los trabajadores del transporte amenazan con hacer indefinida la huelga si a partir del 5 de mayo la patronal del sector no se sienta a negociar. Los sindicados denuncian que la negociación del convenio se arrastra desde el pasado mes de diciembre, pero que la patronal se negó a negociar "a pesar de que se les dio margen suficiente para que reconsideraran su posición y presentasen una plataforma negociadora".

Según los sindicatos, los empresarios se aferran al argumento de que la subida del gasoil les impide afrontar nuevos gastos que, según la patronal, significaría la quiebra del 70% de las empresas del sector. Por su parte, los sindicatos argumentan que la subida del combustible ya ha sido repercutida a los cargadores con lo que "el argumento que esgrimen para negociar el convenio no es valido".

Días propios, mejora de dietas o jubilación, entre otras peticiones

Además de solicitar un incremento mensual de 300 euros, los transportistas pontevedreses demandan a los empresarios dos días al año para asuntos propios, así como acceso a la jubilación anticipada y días por fallecimiento o enfermedad de familiares más allá del primer grado, en el que sólo se contempla a los padres o hijos. Además, reivindican que los accidentes de tráfico de los camioneros y transportistas sean reconocidos como accidentes laborales y que se incrementen tanto las dietas como los salarios.

En cuanto a las dietas, los sindicatos del sector denuncian que éstas, en las rutas internacionales, no cubren la comida en un restaurante ni el hotel, por lo que los conductores tienen que comer y dormir "muchas veces" en el camión. En clave salarial, indican que los camioneros perciben 26,60 euros al día, por lo que, tras 23 días "fuera de casa al mes", perciben poco más de 600 euros mensuales. "¿Cómo se puede trabajar tanto por ese dinero?", cuestionan los sindicatos en declaraciones a Europa Press.

Ante esta situación "urgen una pronta solución para mejorar las retribuciones de los transportistas".