La inversión extranjera en Galicia se desplomó a la mitad durante el año pasado, según las últimas estadísticas publicadas ayer por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio. La comunidad -la décima en cuanto a inversiones- recibió 92 millones de euros, el 1% del total nacional, que suponen una caída del 51,7% respecto a 2005, cuando se invirtieron en Galicia 190 millones de euros. Con éste, ya son tres los años que acumulan recortes en la entrada de capital foráneo, algo que desde la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG) ven con suma "preocupación" y achacan principalmente a la desviación de las inversiones a los nuevos países de la Europa de los 25.

En concreto, la CEG recuerda que los nuevos estados comunitarios ofrecen "mayores ventajas fiscales, laborales y económicas", realidad a la que se suma el fenómeno de la deslocalización que vienen acometiendo algunas empresas gallegas en busca de mano de obra barata en sectores como el textil y el metal, entre otros.

No obstante, desde la Consellería de Economía se quita importancia a esta caída, ya que las cifras de inversión foránea son "volátiles" y varían de un año para otro en función de operaciones puntuales. Así, la Xunta pone como ejemplo la que en 2004 llevó a cabo el grupo portugués Cimpor, que a través de su filial, Corporación Noroeste, compró 18 plantas cementeras en Andalucía por 358 millones que computaron como inversión extranjera en Galicia al tener su sede social en Vigo.

Los empresarios, por su parte, consideran necesario mejorar las condiciones para favorecer la entrada de capital extranjero, sobre todo la eliminación del impuesto de sucesiones, así como otras medidas de carácter fiscal -facilidades para montar una empresa-, la disponibilidad de suelo industrial y la consecución de infraestructuras necesarias como el AVE.

La CEG asegura que Galicia debe buscar un "entorno proclive" para la recepción de capital extranjero, al igual que ocurre en otras comunidades como Madrid o Cataluña, que registraron incrementos del 40% y 26% respectivamente.

Asimismo, de la misma manera que la inversión foránea en Galicia está en retroceso, las empresas gallegas continúan con su expansión fuera de España. Los datos revelan que las inversiones gallegas en el extranjero alcanzaron durante el pasado ejercicio los 837 millones, un 7,1% más que en 2005 (781 millones) y un 68,4% más que en 2004 (497), por lo que Galicia se consolida la quinta comunidad que más invierte en el exterior tras Madrid, Cataluña y País Vasco.

La explicación de este salto hacia fuera hay que buscarla en sectores como el conservero, cuyas empresas han abierto plantas de producción en terceros países; el de la piedra natural, que ya cuenta con centros de extracción en países como Brasil e India; así como el textil e incluso el automóvil.

Evolución nacional

A nivel nacional, la inversión extranjera directa cayó un 23,8% en 2006 con respecto al año anterior, mientras que la inversión nacional en el exterior se elevó un 80% en el mismo período. España se consolidó como exportador neto de capitales, ya que el flujo de salida, cuyo montante agregado se situó el año pasado en los 58.838 millones de euros y rozó máximos históricos, es ya más de cuatro veces mayor que el de entrada, que descendió en 2006 hasta los 13.246 millones de euros.