Antón López Mosquera / A Coruña

Los conflictos laborales latentes en A Coruña y su área metropolitana se unieron ayer para reivindicar por las calles de la ciudad una salida a los mismos. Los trabajadores de Atento fueron los promotores de la convocatoria de la manifestación para protestar por los 179 ex compañeros despedidos el pasado día 20 de marzo, pero a la marcha se sumaron los afectados por el cierre de la planta productora de La Toja, ubicada Culleredo, propiedad de la multinacional Henkel, y el personal funcionario del Ayuntamiento local que, representados por una docena de bomberos, también pasearon sus reivindicaciones.

Bajo los lemas "En defensa del empleo digno", "Ni un despido más" o "No al cierre", partían a las ocho de la tarde cerca de dos mil personas de la sede de Atento. Arrancaba la manifestación con dirección al Palacio de Justicia. Según transcurría la marcha aumentaba el número de manifestantes. Colectivos ciudadanos, como la Federación de Asociaciones de Vecinos y los comités de empresa de Telefónica, de la Fábrica de Armas y de la ORA se personaron para solidarizarse por la causa de los despedidos firmados por la filial de Telefónica. No se asistió ningún miembro de la corporación municipal.

Cuando la manifestación llegó a la Delegación del Gobierno, la marcha, que ya rozaba los cuatro mil manifestantes, cifra ofrecida por la Policía Local, se detuvo para recrear la ceremonia de un entierro, con el objeto de llamar la atención del organismo oficial.

El tráfico de la zona centro hacía un pasillo a la protesta, que abandonaba la Delegación del Gobierno, y encaraba ya la última parte del recorrido. Una vez paralizada la Plaza de Pontevedra con el paso de la manifestación, la marcha enfilaba el comienzo de la calle Juan Flórez para dar por finalizada una protesta con una duración de más de hora y media.

El presidente del comité de empresa de Atento, Manuel Creo, agradeció ayer la "respuesta" de la ciudad de A Coruña.