La firma Bernardo Alfageme entra en la puja para adquirir Conservas Calvo

Manuel Méndez / AROUSA

El grupo BASA (Bernardo Alfageme S.A.) está dispuesto a participar en la puja para hacerse con el dominio de la compañía conservera Calvo. Es una apuesta empresarial tras la que está Inversiones Louredo, la firma que en febrero de 2005 adquirió Conservas Peña (Vilagarcía). Ese fue el trampolín de lanzamiento de la inmobiliaria hacia el sector de la conserva, y de hecho le permitió realizar a posteriori, en lo que va de año, operaciones tan importantes como la adquisición de Alfageme -las naves de Vigo, O Grove y Ribadumia- y de Thenaisie Provôté, con sede en el concello grovense.

Dirigentes del grupo BASA-Louredo se entrevistaron el jueves por la noche con el conselleiro de Economía para explicarle su proyecto, al frente del cual aparece el vigués Ángel Fernández González, que en 2005 se convirtió en director general de Peña tras haber estado también al timón de Conservas Castiñeiras (Ribeira), en la que Louredo adquirió el 20 por ciento.

Parece que fue el propio Ángel Fernández quien informó al conselleiro de Economía de su intención de adquirir Calvo y su compromiso de garantizar la continuidad de la mano de obra y de las dos factorías que la conservera tiene actualmente en Galicia, anunciando incluso que trasladarán a esta comunidad las oficinas y todo el sistema operativo actualmente existente en Madrid.

"Estamos dando los últimos retoques para lograr la consolidación total del gran grupo empresarial gallego que queremos formar", dicen fuentes de Peña en relación a la fusión entre esta conservera, Alfageme, Thenaisie Provôté, Castiñeiras (Ribeira) y otras nuevas industrias que pretenden comprar a medio plazo.

La intención es, una vez reunida la producción de todas ellas, superar los 200 millones de euros de facturación anual, lo cual supondrá un "excelente aval" en el momento de pedir colaboración y préstamos para hacer frente a la compra de Calvo. En el supuesto de que lo logren, la facturación llegará hasta los 500 millones.

Para tener garantías de éxito en la compra y hacer frente a los fondos de capital de riesgo y a las grandes empresas de construcción, que seguro pujarán por la compra de Calvo, BASA necesitará una disponibilidad económica que pretende obtener en base a préstamos que avalará con sus empresas actuales, e incluso logrando unas ayudas económicas por parte de la Xunta que se prevén cuantiosas, pues el Gobierno autonómico quiere mantener la producción en Galicia.

Un argumento que se maneja ahora, y se repetirá con fuerza llegado el momento de obtener el respaldo económico, es que si los planes de BASA y Louredo prosperan "estaremos formando en Galicia el primer grupo conservero de Europa y el tercero del mundo", y será posible porque "las producciones de BASA y de Calvo son complementarias".

Fernando Blanco, conselleiro de Industria, valoró positivamente esta opción con el deseo de que sea "una apuesta por la continuidad de la producción, de los puestos de trabajo y de la actividad en beneficio de Galicia".

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