Los empresarios avisan que la flota amarrará por falta de rentabilidad

L. P. / VIGO

Los armadores vigueses consideran que si el Ministerio de Pesca no aprueba de inmediato ayudas para las flotas pesqueras, los barcos irán amarrando poco a poco por falta de rentabilidad al no poder hacer frente a los gastos derivados del alza del gasóleo. "En el puerto vigués ya están amarrados varios barcos de la Nafo, que podrían ir a otros caladeros pero con el actual precio del combustible sólo les resultaría rentable volver a pescar fletán negro", aseguran los armadores.

El precio del combustible para pesca está entre los 0,45 y 0,50 euros por litro dependiendo del puerto, cuando el límite de la rentabilidad se sitúa en los 0,270 euros por litro.

El director gerente de la Cooperativa de Armadores, José Ramón Fuertes, insiste en que el MAPA debe buscar una solución similar a la que se encontró en Francia.

Medidas

"No estamos pidiendo nada imposible, sólo lo que han logrado nuestros colegas franceses. En estos momentos no podemos competir en precios con ellos porque tienen ya aprobadas ayudas a las que por el momento la UE no ha puesto objeciones", afirma.

El Gobierno francés ha creado un fondo de garantía para cubrir el precio del gasóleo siempre que éste supere los 0,270 euros por litro; ha otorgado la exoneración por un año en los pagos a la Seguridad Social para las tripulaciones, una bonificación del 60% para armadores y marineros, y la exención en el pago del Impuesto de Sociedades para las empresas armadoras.

"Los gobiernos sensibles con el sector pesquero, como Francia, Italia y Portugal, han emprendido acciones para mantener a sus flotas pesqueras, mientras que los armadores españoles tenemos que adoptar medidas como el cierre de las lonjas para llamar la atención sobre nuestro problema", manifiesta Fuertes.

El sector se volverá a reunir el próximo 10 de octubre con los representantes del Ministerio de Pesca para saber si se ha adoptado alguna solución para paliar el incremento del precio del crudo.

Mientras, las protestas seguirán en otros puertos de las comunidades de Cantabria y el País Vasco, que han decidido cerrar sus lonjas durante los próximos días 5, 6 y 7 de octubre.

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