Benigno de la Torre / VIGO

La evolución al alza de los precios del gasóleo y la falta de soluciones convincentes para el sector que se ofrecen desde la Unión Europea han reabierto la alarma entre los armadores vigueses, que no descartan ahora un amarre global como medida para paliar la crisis que se cierne sobre la flota.

El gerente adjunto de la Cooperativa de Armadores de Vigo, Reinaldo Iglesias, expresó a FARO, de esta manera, la enorme preocupación que se ha generado entre los empresarios por culpa de la progresión alcista que ha experimentado el precio del combustible marítimo y que ha supuesto, según los propios datos aportados por la Cooperativa, un 101% en el periodo entre el 1 de enero de 2004 y el mes de julio pasado, y algo más del 56% en lo que va del presente año 2005. "Esto nos va a conducir a la parada obligatoria", manifestó Iglesias a este periódico.

La subvención a la parada escalonada que había propuesto recientemente la Unión Europea a través de su comisario de Pesca, Joe Borg, tampoco convence a los armadores. "Ésa no es la solución para todos los armadores. Podría serlo para algunos, pero el problema afecta a todos", afirma el representante de los empresarios, quien recuerda que el amarre, aún el subvencionado, no evitaría consecuencias negativas para el sector, como la parada de las lonjas, el encarecimiento de los precios del pescado o el allanamiento del camino a otros mercados.