La flota comunitaria de NAFO recomendó ayer a la organización ecologista Greenpeace que "proteste ante los políticos de Bruselas y Canadá si considera que la gestión en el caladero es deficiente" y que dejen de "acosar" a los buques que faenan en la zona que "acatan todas las normativas que se imponen". La flota insistió en su "disconformidad" con los argumentos esgrimidos por el buque Esperanza, que acusaban a algunos de los barcos de este caladero de practicar pesca ilegal y poner en peligro los recursos de los fondos marinos. Aseguraron que los propios pescadores "del caladero más vigilado del mundo" son los "más interesados" en mantener alto el stock pues se trata de la "única forma de vida" de la que dependen miles de personas en la UE, sobre todo en España.