La Fundación José Entrecanales Ibarra en Premios Internacionales de Ingeniería Civil y Cooperación al Desarrollo ha galardonado en la categoría de Cooperación un proyecto de Ayuda en Acción que, mediante la construcción de una red de captación y almacenamiento, asegurará el suministro de agua a más de 2.000 habitantes de comunidades aisladas de los Andes bolivianos.

El proyecto, denominado “Construcción participativa de represas, estanques de ferrocemento y lagunas colinarias, con estrategias de gestión de agua para riego adecuadas al cambio climático en comunidades rurales andinas del municipio de Azurduy, Bolivia”, consiste en crear una red de captación y almacenamiento de agua mediante la construcción de una presa, 15 lagunas colinarias y 30 tanques de ferrocemento, que van a beneficiar a los habitantes de la región de Azurduy, una zona de Bolivia donde la escasez de agua generaba inseguridad alimentaria y desnutrición crónica.

La Fundación José Entrecanales Ibarra, con la concesión del premio a Cooperación al Desarrollo, ha hecho posible que Ayuda en Acción lleve a cabo este proyecto, financiándolo con 300.000 euros.

El proyecto integra varios sistemas de almacenamiento y captación de agua, que optimizan el aprovechamiento de la orografía y régimen hídrico de la región. Así se está construyendo una presa de arco con un potencial de almacenamiento de 70.000.000 de litros de agua, que permitirá regar 220 hectáreas de cultivo.

Además, se han construido 30 tanques de ferrocemento situados junto a casas con pequeños huertos familiares, que captarán agua de fuentes naturales, almacenándola para el riego de hasta media hectárea por tanque. Las 30 lagunas colinarias (lagunas artificiales creadas entre dos colinas cercanos, donde se represan las aguas de un cauce intermitente) permiten también captar y almacenar hasta 2.500 metros cúbicos completando diversificando la captación de agua de diversas fuentes.

Bolivia está aquejada por la peor sequía de su historia, que está afectando a miles de familias campesinas que ven comprometida su subsistencia por la imposibilidad de llevar a cabo sus cultivos tradicionales por la escasez de irregularidad de las precipitaciones.

La región de Azurduy tiene un régimen de lluvias marcado por dos estaciones, una de ellas más húmeda (que antes duraba 5 meses y actualmente apenas dura tres meses muy irregulares), y otra en la que prácticamente no hay precipitaciones, situación que se ha agravado por el cambio climático que hace más extremos los 8 meses de sequía anual y dificulta -si no existen infraestructuras de almacenamiento de los recursos hídricos- el cultivo de hortalizas tanto para consumo propio como para comercio minorista local.

Este proyecto ha contado con la ONG Proagro como socio local y ha implicado a los propios habitantes de la comunidad de Azurduy en la construcción de la presa, asegurando su compromiso con la iniciativa y proporcionándoles formación para su mantenimiento y reparación, que aseguran la viabilidad de las infraestructuras en el largo plazo.

El Premio de Cooperación al Desarrollo de la Fundación José Entrecanales Ibarra tiene como objetivo subrayar el lado más humano de la ingeniería y difundir el papel que ésta juega en el progreso social. Su majestad el rey Felipe VI entregó estos prestigiosos galardones, en los que la Fundación también reconoció al ingeniero japonés Takahashi en la categoría de Ingenería Civil, por su labor en la investigación sobre tsunamis y prevención de desastres costeros.

Con vistas a la concesión del premio, al que puede optar cualquier proyecto de ingeniería presentado por una organización sin ánimo de lucro, se valora que la intervención resuelva necesidades concretas de una población y ofrezca ciertas garantías de funcionamiento autónomo, continuado y relativamente independiente de condicionantes externos que comprometan su posterior utilidad, mantenimiento y explotación.

Todas las candidaturas son evaluadas por un jurado nombrado por el Patronato de la Fundación integrado por prestigiosos ingenieros, personalidades del mundo de la docencia y del ámbito institucional, empresarial y político.

Esta actuación ha sido calificada como “un éxito” por parte de Marta Marañón, responsable de Ayuda en Acción, quien ha destacado la interactuación de todos los agentes implicados en el plan y que han conseguido llevarlo a buen puerto.

Por su parte, tanto la ONG local Proagro, que ha actuado como colaboradora sobre el terreno, como los beneficiarios de la zona, subrayan que esta inversión en infraestructuras servirán para garantizar la alimentación y el futuro para las comunidades indígenas que hasta ahora venían sugiriendo graves problemas de inanición.