La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) se refiere al agua como "el recurso más importante para la Humanidad, un bien transversal a todas las actividades sociales, económicas y ambientales. Es una condición para toda la vida en nuestro planeta, un factor propicio o limitante para cualquier desarrollo social y tecnológico, además de una posible fuente de bienestar o miseria, cooperación o conflicto".

Del agua del planeta, sólo el 3% es dulce. Ahora bien, su extracción de una fuente natural no es suficiente para ser consumida con calidad y en cantidad. Precisa de la intervención especializada en todas las fases del ciclo integral, contar con infraestructuras e instalaciones adecuadas, así como con profesionales específicamente formados para su manejo.

COLABORACIÓN PÚBLICA Y PRIVADA. Según datos de la ONU, actualmente casi la mitad de los trabajadores del mundo (1.500 millones) operan en sectores relacionados con el agua, y casi todos los puestos de trabajo dependen de ésta y de su distribución segura. La gestión del servicio del agua, un bien público y un derecho humano reconocido por la ONU, requiere recursos, especialización y experiencia. También, según señala este organismo, es necesaria la colaboración de empresas especializadas - públicas y/o privadas - que desempeñen una labor técnica eficiente de la mano de las administraciones públicas en la prestación de este servicio básico.

Sobre esta base, recientemente Aqualia se ha adherido al proyecto "PPP For Cities", iniciativa que acoge en España la Escuela de Negocios IESE, en asociación con Naciones Unidas, a través de su comisión regional UNECE y su programa "International Centre of Excellence on PPPs" (ICOE). Aqualia liderará el área de agua aportando su experiencia en los diversos grupos de trabajo y actividades. Éstos tienen por objetivo desarrollar acciones de investigación, innovación y apoyo a las administraciones de todo el mundo en la planificación, gestión y desarrollo de proyectos de partenariado público y privado (PPP) en el entorno de las ciudades. Es un ejemplo de las muchas contribuciones que las compañías especializadas pueden prestar en la generación de desarrollo y prosperidad de los municipios donde trabajan, aportando las mejores soluciones tecnológicas y de servicio, y adecuadas a cada localidad. Así,

Aqualia ha colaborado con el Servicio Municipal de Aguas de Santander en el proyecto "Smart Water", que está acercando al ciudadano la gestión del agua a través del uso de nuevas tecnologías. En Oviedo, destaca la innovación continua aplicada a la mejora de las infraestructuras, como la utilización de drones y robots para la vigilancia y mantenimiento de las redes. En Vigo, desde que Aqualia comenzara a gestionar el servicio, se ha multiplicado por cinco la longitud de la red de saneamiento, alcanzando una cobertura cercana al 100% de la población. En otras localidades como Ávila e Ibiza, la labor de Aqualia se ha concretado en un plan de acciones especiales contra la sequía para evitar el desabastecimiento a la población en épocas de extrema necesidad.

Aqualia también ha aportado soluciones sociales al hacer efectivo con muchos ayuntamientos un fondo social de solidaridad que garantice el acceso al agua potable a todos los ciudadanos que no pueden hacerse cargo del pago de la factura del agua.

Todas estas acciones ponen de manifiesto que la gestión del agua va más allá de la gestión ofesional de su ciclo integral y de sus instalaciones y equipamientos. Es un activo que contribuye al desarrollo de sociedades y territorios.