La maternidad en España se caracteriza por la tardanza de las mujeres en tener hijos. De hecho, uno de los temores que hace que las mujeres retrasen su idea de ser madres es la falta de flexibilidad laboral y el enfoque tradicional de los roles de género en la familia, variables que se ven agravadas por la inestabilidad de las condiciones económicas actuales, los altos niveles de desempleo y la falta de trabajo a tiempo parcial.

Con el objetivo de reunir datos sobre la maternidad actual de las mujeres españolas, sus percepciones de la vida familiar y comparar las condiciones de las madres de hoy con las de generaciones pasadas, The Social Issues Research Centre elaboró el estudio "La cara cambiante de la maternidad en Europa Occidental" a partir de una encuesta a 9.582 madres, de las cuales 1.014 eran españolas.

En España, la media de edad del primer parto se sitúa en la treintena, lo que supone un retraso de casi 7 años respecto a generaciones anteriores. Condiciona este retraso la apuesta de la mujer española por su progreso profesional como alternativa de vida, la consolidación tardía de pareja estable, así como el difícil equilibrio entre desempeño laboral y familiar.

En este sentido, el 48% de las mujeres españolas desean cuidar, atender y educar a sus hijos con plena atención, pero al mismo tiempo quieren que su rendimiento en el trabajo no se resienta debido a los compromisos familiares. El 15% asegura tener una vida completa al poder desarrollar una profesión y ser madres al mismo tiempo, mientras que el 10% opina que el trabajo merma la calidad del cuidado que les gustaría dispensar a sus hijos.

Tal y como refleja el estudio, la mayoría de las españolas también ven un cambio en el rol de la mujer en la actualidad. El 48% se ven como administradoras familiares, un papel polifacético que va más allá de la figura de una mera ama de casa. El 37% cree que tiene una mayor independencia. Ambos roles son significativamente inferiores en las madres jóvenes (18-25 años) que al iniciar la maternidad a una edad más temprana, por tanto no han tenido tiempo de adquirir una formación y una posición que les permita identificarse con estos modelos.

Siguiendo en esta línea, un 25% de las madres cree que el cambio más relevante es que ahora es una fuente de ingresos para la familia. Por otro lado un 15% cree que el cambio radica en que ahora las mujeres lleven una vida más plena al trabajar fuera de casa y sólo un 10% cree que la integración de vida laboral y familiar merma la atención que las madres ofrecen a su familia.

Ser "buena" madre

Por otra parte, el estudio refleja que el aspecto psicológico de la maternidad en España no ha cambiado sustancialmente a lo largo de los años, con independencia de la evolución social, política y económica. En este sentido, las madres españolas difieren de otras madres de los países del sur de Europa, que se ven más aquejadas en su capacidad de ser una "buena" madre con motivo de la crisis económica.

Así, el 75% de las mujeres españolas tiene claro lo que significa ser una buena madre y considera que la maternidad es la condición más valiosa y la que entraña más responsabilidad en la vida de una mujer. El 48% considera que las dificultades económicas actuales de una u otra manera perjudica sus habilidades como madre, es decir, un 29% tiene presente que el clima económico actual hace que ser una "buena" madre resulte un poco más complicado y un 19% considera que los efectos de la crisis económica están dificultando mucho el ser una buena madre.