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Entrevista | Diego González Rivas Cirujano y pregonero de la Feira do Cocido 2026

«Me gusta mucho hablar con mis pacientes a través del WhatsApp»

Diego González Rivas es el médico creador de una técnica de cirugía torácica videoasistida mínimamente invasiva que opera con una sola incisión, siendo el creador de esta practica quirúrgica con un pronóstico de recuperación rápido. Reconoce haber intervenido en más de un centenar de países y dice estar acostumbrado a su condición de cirujano nómada. El 8 de febrero ensalzará el cocido en Lalín.

Diego González Rivas en el Hospital Quirónsalud de A Coruña. |  Carlos Pardellas

Diego González Rivas en el Hospital Quirónsalud de A Coruña. | Carlos Pardellas

Lalín

Atiende la llamada de FARO recién aterrizado en China procedente de Japón, donde estuvo este fin de semana. Así es la vida del médico coruñés Diego González Rivas, que en febrero estará en Lalín como pregonero de la Feira do Cocido.

-¿Cómo hace para poder operar en tantos países distintos?

-Bueno, me organizo. La agenda suelo organizarla con tiempo y al final eso me permite operar en diferentes lugares, claro. Es necesario coordinar bien todo porque ahí hay mucho trabajo detrás para poder compaginar las intervenciones en todos los sitios a los que tengo que ir. Es mucha precisión porque no puedes fallar. Si un vuelo se retrasa, te trastoca toda la agenda.

-A estas alturas de su vida profesional, en Asia debe de ser más conocido que Messi o CR7.

-No sé si tanto pero, de hecho en China soy muy conocido, mucho. La técnica que implantamos aquí en 2013 tuvo muchísimo impacto. Al llegar aquí, expandirla por todo el país pues te puedes imaginar, ¿no? Por ejemplo, ahora estoy hablando contigo y acabo de aterrizar para operar esta semana en cuatro ciudades distintas de China. Mañana opero en Suzhou, el martes en Beijing, el miércoles en Wuhan, donde comenzó el covid, el jueves en Shenzhen y de ahí me vuelvo a Madrid. En la capital de España está previsto que opere el fin de semana y me voy a México, Costa Rica, Colombia, Aruba y Panamá, y el 14 de noviembre vuelo desde Panamá de nuevo a Shanghái.

-¿Compensa para un profesional tan reconocido tanto trajín? 

-A mi me compensa. Evidentemente, si no me compensara, no lo haría, porque nadie me obliga a hacer esto. Pero me apasiona. Es algo que lo haces con tanta pasión que al final te engancha. Hay ciertas profesiones que no se realizan por un tema económico. Las tienes que hacer porque es una cuestión de pasión. Por mucho que te paguen imagínate este ritmo en el que sacrificas tu salud, tus horas de sueño, el estar con tus amigos, tus pasatiempos y demás, tiene que compensarte desde otro punto de vista, que es la pasión por lo que haces y la satisfacción de ver que salvas una vida o ayudas a un paciente. Eso para mí es impagable y compensa todos. Entonces, el ver como tu técnica va creciendo por el mundo con la que vas ayudando a tanta gente, vas marcando la vida a tantas personas incluso médicos que formas es muy gratificante. Me refiero que marcas la vida de muchas personas en el mundo y no sólo en tu ciudad o tu país. Eso compensa toda esta vida loca.

-Supongo que la relación que mantiene usted con sus pacientes no se parece a ninguna otra.

-Yo soy muy cercano. Justo ahora mismo antes de tu llamada estuve hablando con dos pacientes que operé hace poco y que me llamaron para comentar algunas dudas. Estaba bajando del avión y me estaban llamando. Quiero decir que me gusta estar en contacto con todos ellos, me gusta que me cuenten y también saber cómo les va. Seguro que es un poco atípico, lo sé, pero creo sinceramente que el paciente lo agradece mucho el poder saber que tiene tu teléfono y llamarte en cada momento para consultarte algo. Al final, los pacientes son muy respetuosos, no te molestan, no están dando la chapa con cualquier tontería. La gente puede pensar que dándole el teléfono a todo el mundo podrían abusar de esa confianza. Pero no, son muy respetuosos y se sienten mejor. Además, la relación médico-paciente es mucho más íntima y mucho más profunda, que es la esencia de la medicina.

-¿Todavía hay que romper esa barrera invisible entre pacientes y profesionales sanitarios?

-Eso era un concepto más clásico y más tradicional. Hoy en día todo eso ha cambiado para mejor.

-¿Las nuevas tecnologías ayudan a acabar con ese tabú?

Desde luego. Hoy en día se comparte todo mucho más en redes. La gente tiene mucha más información que antes. Se sabe mucho más e incluso el médico es mucho más accesible que hace años porque es más fácil de localizar, por ejemplo, a través de redes sociales. Antes, para localizar a un médico tenías que llamarlo a su casa, algo muy complicado de conseguir en algunos casos. Hoy en día, a través de WhatsApp un médico te puede responder en un momento. Es cierto que hay médicos que no les gusta esa práctica porque quieren tener su intimidad. Yo lo respeto pero soy de la idea contraria. Ayer hablé con cinco o seis pacientes desde Japón por ejemplo. Es que me gusta mucho hablar con los pacientes por el WhatsApp.

-Volviendo a la Feira do Cocido, ¿escucharemos un pregón rápido pero sin dejar de ser ameno?

Supongo que será algo divertido, algo muy familiar pero nunca he estado escuchando un pregón en Lalín y la verdad no sé cómo suele ser. Desde luego, espero que sea algo bonito y para recordar. Seguro que vendrán muchos pacientes porque por esa zona he operado a muchísima gente durante mi vida como profesional de la sanidad.

«Sólo por el placer de comer algo tan rico el cocido de Lalín seguro que es terapéutico»

-¿Cuándo se entera de que le quieren como pregonero de la Feira do Cocido de Lalín?

-Pues, fue a través del alcalde de Lalín, que fue el que me contactó hace un tiempo. Me dijo que le gustaría que yo fuese si era posible, y la verdad es que fue una casualidad porque yo tengo la agenda llena de aquí a mayo-junio tengo mi agenda completamente ocupada. Y justo ese día, que era un fin de semana, lo tenía libre porque el viernes tenía un curso en Cádiz y el lunes siguiente me voy a Italia, dije, bueno, pues aprovecho que precisamente ese fin de semana lo tengo libre, aprovecho voy a Galicia y como entre las cosas que me invitan en el 90 por ciento tengo que decir que desgraciadamente que no, pues como es una cosa original y bonita, en Galicia, vamos a hacerlo, claro.

-¿Conoce Lalín?

-Sí, hace muchos años que estuve por ahí y conozco tanto Lalín como su entorno. Además, a un buen cocido de Lalín nunca se le puede decir que no, por supuesto. Por lo menos para alegrar el día y para el placer que supone poder comer algo riquísimo como el cocido de Lalín, sólo por eso seguro que es terapéutico. Desde luego, tengo pensado comerlo ese día porque es lo menos que puedo hacer después de una invitación tan bonita que me hizo el alcalde.

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