Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

50 años del primer curso de BUP en A Estrada

Muchos podrán pensar que las relaciones forjadas en la infancia y la juventud se pierden con los años. Las diferentes trayectorias, las familias, los trabajos... nos van distanciando. Pero la primera generación de BUP de A Estrada es buena muestra de que con voluntad e iniciativa, los vínculos del colegio perduran toda la vida.

El grupo a su llegada a O Xarro, donde tuvo lugar la comida de confraternidad.

El grupo a su llegada a O Xarro, donde tuvo lugar la comida de confraternidad.

A Estrada

Medio siglo después de su primer año en el Bachillerato Unificado Polivalente (BUP), los antiguos alumnos de la primera promoción de este plan educativo en A Estrada –que cursaron entre 1975 y 1979– se reencontraron este sábado en una emotiva jornada de convivencia. Un total de 62 personas participaron en el encuentro, que combinó homenajes, recuerdos y mucha nostalgia.

La cita comenzó en torno al mediodía, cuando los asistentes se reunieron ante el edificio consistorial. Allí fueron recibidos por el alcalde, Gonzalo Louzao, acompañado del concejal de Promoción Económica, Óscar Durán, y de la concejala de Servizos Sociais, Amalia Goldar. Durante la recepción, el regidor elogió el espíritu de unión del grupo: «Vosotros formáis parte de la historia de A Estrada, y es admirable que sigáis conectados con aquellos que os ayudaron a formar vuestro carácter y a convertiros en quienes sois hoy en día».

El Concello obsequió a la comitiva con una maqueta de la casa consistorial, mientras que los representantes de la primera promoción de BUP quisieron corresponder con un detalle para el alcalde: una camiseta conmemorativa y un diploma de asistencia, el mismo que se entregaría más tarde a todos los participantes durante la comida de confraternidad.

Tras la recepción, el grupo se desplazó a los jardines municipales, donde se plantó un árbol simbólico para conmemorar la efeméride y en recuerdo de los compañeros que ya no están. El acto estuvo cargado de emoción, especialmente cuando José Antonio Valcárcel pronunció en su honor las siguientes palabras: «Ojalá este árbol crezca alto y enraice, para que así ellos desde la copa, y nosotros desde la tierra, podamos estar todos juntos de nuevo». Quiso además nombrarlos a todos: a Ángel Mayo Carreira, José Manuel Mosquera Carbón, Enrique García Vázquez, José Antonio Iglesias Pazos, Manuel Folgar Constenla, Rosario Ouvades Míguez, Manuel Matos Isla, Pedro Pablo Pereira Mosquera, Manuel Regueiro Carbia, Manuel Domínguez Ameijeiras, Manuel Valcárcel Rodríguez y Raúl Vilar López.

Ante el ejemplar arbóreo, los asistentes depositaron una ofrenda floral y, como colofón, un grupo de músicos interpretó el himno de Galicia, poniendo el broche solemne a la ceremonia.

Sin embargo, la celebración apenas comenzaba. El grupo se trasladó al restaurante O Xarro, donde les esperaba el tradicional cocido que comparten cada segundo fin de semana de octubre desde que celebraron sus bodas de plata. Para recibirlos, el local se ambientó con detalles de los años setenta y, por la tarde, la fiesta continuó con un animado guateque en el que un DJ pinchó vinilos, como en los viejos tiempos.

Entre risas y anécdotas, hubo también momentos para la nostalgia. Los asistentes recordaron cómo, en aquellos años, las clases estaban separadas por sexo: los 180 estudiantes se distribuían en tres grupos de chicos y tres de chicas. La segregación llegaba incluso a las entradas del edificio –el actual Conservatorio, donde hoy se encuentran también Protección Civil y Radio Estrada–, pues ellos accedían por la derecha y ellas por la izquierda. Los vedeles y profesores vigilaban con celo que nadie cruzara la puerta equivocada, aunque, como reconocieron entre sonrisas, eso no impidió que en el patio florecieran las primeras amistades… y también el amor.

De hecho, siete parejas surgieron entre aquellas paredes: Susi Arca y José Antonio Cerviño; Manolo Gañete y Chechi Chedas; José Guerra y María José Vilar; José Antonio Vázquez y Clara Sanmartín; Carlos Fernández y Dolores Brei; y, finalmente, Javier Magariños y Pilar Carrera.

Cincuenta años después, los protagonistas de aquella primera generación de BUP siguen demostrando que los lazos tejidos en la juventud no se rompen con el tiempo, sino que, como el árbol plantado en su honor, siguen creciendo.

Recepción en la casa consistorial.

Recepción en la casa consistorial.

Acto simbólico en los jardines municipales.

Acto simbólico en los jardines municipales.

Actuación musical durante la ceremonia.

Actuación musical durante la ceremonia.

Tracking Pixel Contents