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El ‘hasta pronto’ de Marcos Torres

El salón de plenos del Concello de Lalín se llenó en la mañana de ayer para acoger la recepción con la que el consistorio quiso agradecer su labor pastoral al sacerdote Marcos Torres, trasladado a Melide.

Marcos Torres firmó en el libro de honor de Lalín ante un salón de plenos lleno . |  Bernabé/Javier Lalín.

Marcos Torres firmó en el libro de honor de Lalín ante un salón de plenos lleno . | Bernabé/Javier Lalín.

Lalín

Una amplia representación de la corporación municipal de Lalín junto a varios pedáneos del municipio, funcionarios y vecinos, entre otros, asistieron ayer a la recepción con la que el Concello reconoce el trabajo llevado a cabo por el sacerdote Marcos Torres, con motivo de su inminente traslado a Melide decretado por el obispado. El emotivo y sencillo acto concluyó con la imposición de una insignia de plata, la entrega de un pergamino de agradecimiento y la firma en el libro de honor.

El ‘hasta pronto’ de Marcos Torres

Público presente en el reconocimiento del Concello de Lalín a Marcos Torres. / Bernabé/Javier Lalín

José Crespo, alcalde de Lalín, fue el primero en tomar la palabra subrayando el hecho de que «todos lo conocéis» en relación al prelado lalinense. El regidor también destacó que «no lo vamos a perder de vista» puesto que Torres tiene pensado seguir residiendo en su tierra natal, a pesar de estar destinado en Melide donde, para Crespo «no es un reto menor el que tiene porque el Camino de Santiago que pasa por Sarria y Melide tienen un gran peso específico». También subrayó que para él Torres «es como un hijo (casi político)», al que le queda «mucho recorrido porque a lo mejor aún llega a Papa algún día».

Acto seguido, el concejal y exalcalde de Lalín Rafael Cuíña no, dudó en decirle al sacerdote con el que le une parentesco «te queremos mucho». Cuíña también hizo hincapié en el lado humano del ya expárroco de de la capital dezana recordando que «ayudaste a mucha gente a ser mejor persona».

Amar a Lalín

Por su parte, el homenajeado agradeció «de corazón» el evento y dejó claro que «fue fácil amar a Lalín porque nací aquí y dejar de amarlo será imposible». Marcos Torres subrayó algo que, según él, une la labor pastoral con la de los políticos: «Hacer la vida más vivible». Y calificó el salón de plenos como «un lugar que tiene mucho de sagrado» mientras pedía a los representantes de los lalinenses que «sigáis trabajando en favor de todos y que no olvidéis que bajo este cielo hay gente que sufre».

El evento concluyó con la firma de Torres en el libro de honor del ayuntamiento con estas palabras: «Lalín é luz e raíz, encontro e camiño. Amo Lalín e amarei Lalín. Sempre. Viva Lalín, con razón.»

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