«Flor espertou en min cousas que tiña durmidas»

«En canto a vin, souben que ela era a miña cadela. Os seus ollos teñen unha mistura de tenrura e tristeza pero ao mesmo tempo de esperanza», recuerda la actriz Chelo do Rejo sobre la primera vez que vio a Flor junto a sus dos hermanos. La conocida actriz llegó a ella a través de un anuncio que la asociación Patiñas A Estrada puso en las redes sociales tras recoger a los tres cachorros e la calle y no dudo en acudir a su llamada cuando pidieron casas de adopción. Dos meses después de la llegada de Flor a Pernaviva, Chelo solo tiene palabras de admiración y cariño para una perra cuyas heridas todavía deben cerrar.

Los caminos de Chelo do Rejo y Flor se cruzaron el pasado agosto, aunque esta historia comienza mucho antes, cuando la actriz era muy pequeña. «Papá sempre tivo cans na casa, así que os cans sempre formaron parte dos meus xogos de nenez. Sen embargo, como viviamos á beira da estrada, algúns morreron atropelados. Moito teño chorado», recorda.

Esa relación con los perros se mantuvo hasta ahora, con su perro labrador de nueve años Petra. «É unha cadela gorda e negra, marabillosa, pero a miña neta Mara tenlle medo a ela e aos animais en xeral. Iso é algo que me daba pena, que non vise o que significa ter un animal na vida e gozar desa tenrura e empatía que che aportan. Por iso decidín que necesitaba un cachorro que puidese empatizar con ela».

Mientras Chelo buscaba un cachorro para su nieta, Flor daba sus primeros pasos en una finca de la zona de Figueiroa. La perra era una de las crías de la conocida pareja formada por Truca y Fores, dos canes callejeros que llevan años moviéndose por los mismos lugares. Uno de esos cachorros, después bautizado como Bombón, se hizo conocido tras aparecer con las dos patas delanteras rotas. Fue operado gracias a las donaciones recibidas. Flor sin embargo tuvo más suerte, ya que pudo ser recogida por Patiñas A Estrada, que la puso en adopción.

Así fue como Chelo y Flor se conocieron, creando una conexión que tardó poco en revelarse. «Cando fomos a ver aos cachorros levei a Mara comigo e decidiu que había que poñerlle un nome desos raros en inglés que non entendía. Tiven que manipulala un pouco. Montei un xogo de apuntar nomes de cans e en canto escoitou o de Flor xa dixo que tiña que ser ese. Menos mal».

«Desde que chegou a casa tivemos una conexión moi especial. Ela de momento é unha cadela moi medosa. Se non hai ninguén na taberna anda por alí pero se entra alguén, marcha. Pouco a pouco estase dando conta que son a súa mami», explica la actriz estradense. «Na taberna temos un banco e cando me sentó alí sube e gústalle acurrucarse contra min. Non lle gusta que a colla, pero si quere estar ao meu lado. A verdade é que abuso dos seus abrazos, especialmente cando durmimos. Aí e cando máis se lle nota o tempo que pasou na rúa. Sempre ten un sono triste. Danlle sobresaltos e ten un laiar lastimoso. Eu non durmo moito, así que acarícioa e vaise calmando», afirma.

«Flor espertou en min cousas que tiña medio durmidas, como ese instinto de protexer. Con ela pasoume esa sensación de que tes un fío que te une a ela, un fío que vas tecendo cada día e remata dando unha sensación de conexión e protección cada vez maior. Ao final dáste conta que o que queres é que esqueza o que pasou», relata. «Fora diso, é unha cabra tola. Sempre está saltando dun lado para outro e na finca ten mil sitios para xogar. Está medrando a un ritmo tremendo. Xa ten unhas orellas para comelas».

La llegada de la pequeña Flor no solo fue un regalo para Chelo sino también para sus animales. Petra, a sus nueve años, se ha encontrado con una compañera que la obliga a activarse y moverse. En cuanto a su gato Suerte, ambos han conseguido encontrar un punto de entendimiento, con un necesario espacio de seguridad que las dos partes respetan

Agradecimiento

La actriz de Pernaviva quiso además enviar un agradecimientos a Patiñas A Estrada. «Eu non lles fixen ningún favor a eles, foron eles os que me fixeron un favor a min. Estou moi orgullosa e é un privilexio que un pobo como A Estrada teña unha asociación coma esta. Está chea de xente que agasalla co seu tempo, co seu esforzo e incluso cos seus cartos para conseguir salvar moitos animaliños. O meu agradecemento total a todos os que cooperan con Patiñas e gracias por este fermoso agasallo».

Su hermana Bombón vuelve a andar

Mientras Flor ya disfruta de su nueva vida junto a Chelo, su hermana Bombón está en fase de recuperación tras la operación a la que tuvo que someterse después de romperse las dos patas delanteras.

La pequeña perra ya ha vuelto a andar y disfruta de los cuidados de las voluntarias de Patiñas A Estrada, que atienden todas sus necesidades. Bombón es una afortunada ya que, al igual que su hermana, ya tiene una adopción a la espera para cuando esté recuperada.

Los esfuerzos de la asociación estradense se centran ahora en intentar capturar a sus dos hermanos y a sus padres, Truca y Fores. Todos sobreviven juntos en la zona rural de A Estrada. A pesar de la dureza de la calle, nunca se han separado. Algunas personas de la zona comenzaron a dejarles comida y a seguir sus pasos. Gracias a su constancia, Truca y Fores han empezado a confiar un poco más en los humanos, dejándose ver más cerca de las casas.

Ahora se está organizando un plan de rescate cuidadoso y coordinado para poder sacarlos de la calle sin causarles estrés ni ponerlos en peligro. No hay una fecha exacta todavía, pero ya se están dando los pasos necesarios. Para ello se ha creado un grupo de difusión de WhatsApp desde el teléfono oficial de Patiñas de A Estrada, donde se informará de los avances y de las formas en que se puede puede colaborar para intentar capturar a los cuatro y sacarlos de la calle.

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