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De pista de baile a gimnasio familiar

Alquilan la Discoteca Dilema de Silleda para ampliar el centro de entrenamiento Fit&Fork

Tomás García posa junto al local de la antigua
Discoteca Dilema de Silleda. |  Bernabé/Javier Lalín

Tomás García posa junto al local de la antigua Discoteca Dilema de Silleda. | Bernabé/Javier Lalín

Silleda

Tomás García Carrodeguas, un silledense oriundo de Francia, trabaja desde hace semanas en la reapertura del local ocupado en su momento por la mítica Discoteca Dilema, en la calle Cartagena, para ampliar su gimnasio Fit&Fork actualmente situado en la calle Estación. El motivo es la creciente necesidad de espacio para poder acoger a todos los que quieren formar parte de su centro de entrenamientos personalizados y asesoramiento nutricional.

«Tenemos prevista la reforma, recogida de escombros y todo eso, es decir sacar todo lo que pertenecía a la discoteca, para ganar un espacio plano y abierto y poder meter máquinas, equipamiento de cardio y mancuernas, entre otro aparataje», explica el responsable del negocio. García recuerda que «hace cuatro años, después de la cuarentena, abrí un local de 45 metros cuadrados porque mi idea era asesorar a la gente una por una. Al cabo de ocho meses, eso se me llenó y tuve que mirar otro local y encontré el bajo de lo que era la imprenta de vinilos, con 134 metros cuadrados. El caso es que también se me hace pequeño». Fue entonces cuando dio con la emblemática sala de fiestas trasdezana que de esta forma pasará de ser una pista de baile a un gimnasio para todos los públicos.

«La Dilema era una opción de casi 300 metros cuadrados, que es un sitio ideal para meter a la gente y más equipación», reconoce el dueño del Fit&Fork. En cuanto a las fechas de apertura, indica que «yo creo que podríamos abrir a principios o mediados de 2026 porque aún estoy esperando cosas de parte del banco. Una vez conseguido, básicamente sería demolición, escombros, un toque de pintura y meter máquina para adentro. Es decir, el ladrillo no es lo que más tarda; es el papel». Y sobre la opción de comprar el local en lugar de alquilarlo, reconoce que «no lo hemos hablado con el dueño pero si él está abierto a con el alquiler cobrar un poco más y al final con derecho a compra, ¿por qué no?»

Con todo, «la idea principal es quedarme con los dos locales, el de 130 y el de 300 metros cuadrados, porque en el actual quería hacer una especie de taller donde recibiría a la gente con cita previa para explicar cómo hacer las cosas bien. Y, después, cuando puedan volar con sus propias alas pasar a la Dilema para entrenar por libre», añade un ilusionado Tomás García. Fitness, máquinas de cardio, bienestar, control de peso, es decir todo lo que tiene un gimnasio convencional centrarán la actividad del nuevo local de la calle Cartagena que por supuesto mantiene el nombre original del centro de entrenamiento. Y en cuanto al culturismo, «en sí es cosa de cuatro o cinco que somos. Cada uno hace el deporte que quiere», concluye Tomás García sobre su local.

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