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El gobierno local de Silleda incoará el proceso para estudiar la rebaja del IBI

Un descenso lineal de este tributo puede suponer un recorte de hasta 250.000 euros en los ingresos municipales | Intervención fijará un tipo que no afecte a la prestación de servicios

Ediles del PP y del BNG charlan antes del pleno forzado por ambos grupos. |  Bernabé/Javier Lalín

Ediles del PP y del BNG charlan antes del pleno forzado por ambos grupos. | Bernabé/Javier Lalín

Salomé Soutelo

Salomé Soutelo

Silleda

El ejecutivo socialista de Silleda incoará el expediente para concretar una rebaja del Impuesto de Bienes Inmuebles, que en la actualidad tiene un tipo impositivo del 0,53%, superior al 0,50 de Lalín y de A Estrada. Salió adelante y por unanimidad la propuesta del PP, pero con muchos matices. La rebaja no puede aplicarse, como pretendían los populares, aprobando en un pleno pasar del IBI de urbana del 0,53 actual al 0,45, o fijar el de rústica en el 0,30. Porque esto puede suponer un delito de prevaricación y porque este descenso lineal, sin informes previos, podría traer consigo una caída de hasta 250.000 euros en los ingresos de las arcas municipales, como indicó ayer la alcaldesa, Paula Fernández Pena, en la sesión extraordinaria, y que el PP calcula en 200.000, pero que ve compensados con el incremento de ingresos que recibe del Estado: si en 2018 Silleda recibía de Madrid 1,8 millones, en 2024 ya fueron 2,6, como apuntó el portavoz popular, Ignacio Maril.

El proceso a seguir en la modificación de una ordenanza pasa por instar al gobierno local a incoar un expediente, como quedó claro en la enmienda que propuso el PSOE y que facilitó la aprobación del punto. ¿Cómo es el proceso? Alcaldía pide informes a Intervención, que determinará qué tipo impositivo puede emplearse para que no se vean comprometidos los servicios que da el Concello. Después vendrían la aprobación inicial en pleno, la exposición pública y las aprobaciones definitiva y final. Los plazos de estos trámites son los que determinan si entra en vigor la rebaja ya el año que viene.

Ignacio Maril insinuó que el PSOE pretendía activar estas reducciones meses antes de las elecciones locales de 2027, y Fernández Pena recordó que no pudieron aplicarse antes del momento actual porque fue en este 2025 cuando el Plan de Urbanismo remató la adaptación de las fincas del rural, obligatoria por ley y que también maneja sus plazos, pues en Rodeiro, con su PXOM en vigor desde 2021, están llegando ahora los recibos actualizados. Y entre 2013 y 2020, además, Catastro puso en marcha una inspección, el conocido como ‘catastrazo’ para detectar inmuebles que no pagaban el IBI, como casas reformadas, galpones o establos no declarados. Poco podía hacer por entonces Silleda para atender las dos solicitudes del PP de la rebaja de este impuesto, formuladas en enero de 2020 y enero de 2022.

Silleda ya tuvo tipos impositivos más altos: por orden estatal llegó al 0,60 en 2012, cuando tuvo que someterse a un plan de ajuste. La dotación de servicios en fincas urbanas que aún no tienen traída de agua, por ejemplo, así como la actualización de valores catastrales (Silleda maneja aún la de 1988) elevará el valor de mercado de estas parcelas susceptibles de construcción, manifestó la regidora.

Salieron adelante, también, la propuesta de aplicar bonificaciones en el IBI. Desde el Bloque, Xerardo Díaz propuso subir el límite del valor catastral de 15.000 euros para llegar a más familias beneficiadas, y Fernández Pena echó en falta un mayor trabajo del PP local a la hora de concretar bonificaciones en instalaciones como cargadores de coches eléctricos, porque podría pedirse la ayuda sin tener este tipo de autos, por ejemplo.

Sí quedaron rechazadas (el BNG se abstuvo y el PSOE votó en contra) la modificación de la ordenanza del Impuesto de Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO) así como el impuesto de vehículos.

‘Careo’ de informes sobre las acacias de Avenida do Parque

La oposición sí sacó adelante, con 7 votos frente a los 6 del PSOE, la propuesta del Bloque de modificar el proyecto de reforma de la Avenida do Parque, en el que habrá que talar o transplantar doce árboles. De ellos, 6 son acacias negras, una especie invasora que el BNG sí plantea eliminar en otros puntos como Ourense o Nerga, en Cangas. En todo caso, compete a Alcaldía, y no a un pleno, modificar un proyecto.

La portavoz del Bloque, Erea Rey, echó mano de un informe encargado por su partido en el que se indica que de los 12 árboles afectados (las 6 acacias, un castaño, un tilo, dos magnolios y dos aligustres), solo 2 presentan un mal estado, otras dos uno regular y ocho en buena apariencia. La tala cuesta 28.000 euros, que podrían cubrir otras cuestiones como la red de saneamiento en parroquias o el pintado de calles. Rey recordó al PSOE que «ustedes llevan 18 años gestionando el arbolado de Silleda», con pérdidas de ejemplares en la Praza da Feira Vella o con árboles «raquíticos» en la residencia.

Fernández Pena lamentó que, tras meses de campaña en las redes sociales, el BNG esperase a ayer para debatir formalmente esta cuestión. Y la alcaldesa sorprendió con un informe solicitado por el ejecutivo a mediados de agosto ( y disponible para la oposición, según apuntó, desde el pasado pleno) a la Estación Fitopatolóxica de Areeiro. Los técnicos, que alertaron verbalmente del mal estado de las seis acacias en una visita anterior al parque de la Praza da Igrexa. Los seis tienen un alcorque (es el espacio para riego y abono) insuficiente, muchos presentan puntas clavadas, por cuyos huecos entran xilófagos, y las raíces están dañadas por el tráfico.

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